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lunes, mayo 07, 2007

Holanda se rinde


Multitudinaria manifestación contra Israel en Holanda Miles de personas participaron en una manifestación de protesta contra Israel en Rotterdam, en el día de Liberación Nacional de Holanda. Varios políticos de importancia dieron discursos y se transmitió un discurso desde Gaza del Primer Ministro palestino del Hamás Ismail Haniyeh, quien llegó a la aberración injustificada de comparar la ocupación nazi de Holanda con la actuación israelí en Judea, Samaria y Gaza.

El cáncer islamista se extiende por eurabia. Holanda se rinde. Que oportunos resultan ahora los dos artículos siguientes:

Theo van Gogh y "la educación por medio del asesinato" en Holanda por Daniel Pipes (Libertad Digital16. Noviembre 2004)


"La educación por medio del asesinato" describe el lento y doloroso modo en que la gente despierta ante el problema del Islam radical. Despertar a los norteamericanos precisó de 3000 muertos, o al menos despertar a la mitad de ellos, que son conservadores. De igual manera, despertar a la mitad de los australianos costó miles de muertos en la explosión de Bali; el asalto de Madrid para los españoles, y la atrocidad de Beslán para los rusos. 12 trabajadores decapitados en Irak despertaron a los nepalíes.
Pero despertar a los holandeses tan sólo costó un muerto. De hecho, un asesinato atroz ha hecho más por despertar a los de los Países Bajos de lo que el 11 de Septiembre del 2001 hizo por despertar a los norteamericanos.
El motivo de esto se encuentra en la identidad de la víctima y la naturaleza del crimen. Él era Theo van Gogh, de 47 años, un conocido libertario radical, cineasta, productor de televisión, tertuliano, columnista de prensa y un embaucador omnipresente que disfrutaba de la distinción de ser familiar de uno de los más reconocidos artistas de Holanda, Vincent van Gogh. En los últimos años, Theo llamó la atención por criticar el Islam (en un libro del 2003, Alá sabe lo que es mejor, y en una película del 2004, Sumisión).
Fue asesinado a las 8:40 de la mañana del 2 de noviembre en su ciudad natal de Ámsterdam, mientras recorría en bicicleta una concurrida calle camino del trabajo. Mientras se le disparaba repetidamente, Van Gogh vociferaba a su asesino "no lo hagas. No lo hagas. Ten piedad. ¡Ten piedad!". Entonces, el asesino le apuñaló en el pecho con un cuchillo y le rebanó la garganta con otro, casi decapitando a van Gogh.
El presunto asesino, Mohammed Bouyeri, de 26 años, un holandés de nacimiento con doble ciudadanía danesa - marroquí, dejó una nota de cinco páginas tanto en árabe como en holandés clavada en el cuerpo de Van Gogh con un cuchillo. En ella, amenazaba con la jihad a occidente en general, ("Sé con seguridad que tú, oh Europa, serás destruida"), y a cinco prominentes figuras políticas danesas en particular.
Los detectives de la policía enseguida se dieron cuenta de que el asesino era un islamista al que conocían bien y detrás del que llevaban hasta tan sólo dos semanas antes; después le ubicaron en la red "Hofstadgroep" y le acusaron, a él y a cinco de sus colegas, de "conspiración con intenciones terroristas". Las autoridades afirmaron además que éstos tenían vínculos plausibles con los grupos terroristas Takfir wa'l-Hijra y Al Qaeda.
Que un crítico no musulmán del Islam fuera asesinado ritualmente por expresar artísticamente sus opiniones es algo sin precedentes, no sólo en Holanda, sino en occidente. La revulsión danesa ante los hechos sacudió la profunda complacencia de la que quizá es la sociedad más tolerante del mundo. La ministra de inmigración, Rita Verdonk, una de las cinco personas amenazadas, lamentó públicamente que el país hubiera ignorado durante tanto tiempo la presencia del Islam radical. "Durante demasiado tiempo, hemos dicho que teníamos una sociedad multicultural y que sencillamente, todos encajarían con todos. Fuimos demasiado inocentes al pensar que la gente coexistiría en sociedad".
Jozias van Aartsen, líder parlamentario del partido VVD fue más allá, advirtiendo de que "la jihad ha llegado a los Países Bajos, y un reducido grupo de terroristas jihadistas está atacando los principios de nuestro país. Esta gente no quiere cambiar nuestra sociedad, quieren destruirla".
Un día más tarde, 20.000 manifestantes se reunieron para denunciar el crimen, y treinta personas fueron arrestadas por incitar al odio contra musulmanes. El Ministro del Interior, Johan Remkes, anunció que no podía descartar los desórdenes. "El clima se enrarece seriamente". Demostrando que estaba en lo cierto, las dos semanas siguientes atestiguaron más de 20 ataques con incendios y explosivos, y contraataques contra mezquitas, iglesias, y otras instituciones, además de algunas redadas policiales de envergadura, dando al país la sensación de una guerra a pequeña escala.
Las actitudes danesas hacia los musulmanes se endurecieron rápida y dramáticamente. Una encuesta concluye que el 40% de la población no deseaba que la fuerte comunidad musulmana de casi un millón de miembros se sintiera más en los Países Bajos como en su casa. Más del doble de esa cifra aprobaba políticas menos beligerantes hacia los inmigrantes.
De Telegraaf, un diario importante, publicó un editorial inimaginable antes del asesinato de van Gogh, pidiendo "una campaña pública contra los fanáticos fundamentalistas musulmanes". Incluso los políticos de extrema izquierda despertaron ante la necesidad de decir "las verdades difíciles" acerca de la inmigración, centrándose en la desproporcionada criminalidad de los musulmanes.
El terrorismo islamista en Occidente es contraproductivo, porque despierta a las masas aletargadas; en pocas palabras, la jihad provoca cruzadas. Un enemigo islamista más astuto impulsaría su agenda totalitaria a través de la intimidación al estilo de la mafia, no con crímenes a plena luz.
Pero si los islamistas continúan abiertamente con el terrorismo, la dura respuesta danesa se repetirá por todas partes.

Ya ni Amsterdam nos queda
Gabriel ALBIAC (La Razón. noviembre de 2004)

Amo Amsterdam. Los libros me enamoraron de ese milagro mayor del siglo XVII. Aun antes de haber callejeado en torno al Spuij, o de anonadarme ante el majestuoso Rembrandt del Rijks Museum, o de dejarme ir en la indolente bruma de cualquier «cofee-shop», o de callejear al albur por los canales, o de quemar horas y ojos en la trastienda de alguno de los más maravillosos bibliófilos del continente. El Amsterdam al cual amo lo inventó Jan de Witt. Se asienta sobre un claro axioma de la Balanza política, manifiesto de la vanguardia liberal del siglo XVII: «La república asienta sus fundamentos sobre la libertad de comercio. Siendo así que las prohibiciones religiosas son el mayor obstáculo contra esa libertad, la república se compromete a velar por la inexistencia en ella de veto religioso alguno». Sólo una norma rige: será prohibida cualquier religión que prohíba cualquier otra.
En el Amsterdam al cual llegué, mediados los setenta, se traslucía todo lo antes leído acerca de aquel paraíso de tres siglos antes, a cuyo estudio (y en cuya embriaguez) dediqué mi «Sinagoga Vacía». Otros muchos vivieron tal fervor. Kolakowski, por ejemplo, que fue el primero en hacer catálogo del enjambre herético al cual Amsterdam dio cobijo, y del cual recibió, en contrapartida, la fidelidad apasionada de algunas de las cabezas más nobles de la edad moderna. Cuando aún media Europa quemaba a sus herejes, en Amsterdam pensar y escribir libremente era el más alto oficio.
Ámsterdam es una fiesta. Donde todo se codea con todo sin herirse. Donde el antro insomne con mejor música de la galaxia puede llamarse Paradiso y ocupar el local de una vetusta iglesia con aire de cine de vampiros. Donde, desde la ventana de mi hotel, veía encendidas, a cualquier hora, las salas de lectura de la más agradable de las bibliotecas. Donde nada está prohibido, salvo dar la lata al prójimo. Entendí la ciudad aquel día en que esperaba, a la puerta del Melkweeg, para ya no recuerdo qué concierto; sentados en la acera, dos chavales fumaban, apacibles, sus canutos, un tercero daba sonoras patadas a un bote de cerveza; salió una poli de la comisaría de enfrente, requisó la lata: «molesta usted a esos dos señores». Amsterdam. Una fiesta.
Todo era posible. Junto a todo. Pero no hay paraísos que perduren. Ni siquiera éste que puso en pie Jan de Witt, hace más de tres siglos, antes de ser linchado por una plebe esclava. Ayer, un islamista asesinaba allí al infiel autor de cierto documental holandés sobre la opresión de la mujer musulmana. Circulaba en bici; como todo el mundo. Fue acuchillado; tiroteado, luego. En el nombre de Alá, el Misericordioso. Ya no nos queda ni Amsterdam.

Podemos conocer más sobre los musulmanes en Holanda en el estupendo blog http://alianzacivilizaciones.blogspot.com/:


Holanda y su vergonzoso apaciguamiento
La ley islámica conquista Holanda
Holanda convertida en un estado de la sharia
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Fracaso del multiculturalismo en Holanda
Los holandeses emigran a Australia
Holanda, elecciones a ritmo islámico
Los holandeses apoyan a la derecha antiislámica

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5 comentarios:

  • Que le pregunten al padre de Ana Frank(tengo entendido que aun vive)si los holandeses son antisemitas o no...

    De Anonymous Anónimo, A las 5/08/2007 1:05 a. m.  

  • No bajur, los holandeses en general no son antisemitas (supongo), los antisemitas que hay en Holanda actualmente no son los holandeses, son los moros. Son una verdadera plaga.

    Vemos en el cartel del manifestante islamista que dice "democracy go to hell" ("democracia vete al infierno"), eso demuestra lo que piensan los moros acerca de la libertad. Hay que combatir la Shaaria de una vez por todas.

    De Anonymous Anónimo, A las 5/08/2007 5:07 a. m.  

  • Qué grande este artículo de Albiac. Aun recuerdo lo maravillado que me quedé al leerlo....

    De Blogger Eli Cohen, A las 5/10/2007 9:55 p. m.  

  • Simplemente genial, no se puede describir mejor ni más respetuosamente lo que sucede en Holanda, y en el resto de Europa.

    ¿Quién nos ha engañado? ¿De donde hemos sacado la teoría que los musulmanes desean la democracia? ¿Quién nos ha dicho que los musulmanes quieran coexistir con nuestra sociedad? Solo los tontos utiles pueden creerse hoy en dia que es posible una alianza de civilizaciones.

    Si no te importa dentro de unos dias lo añado al apartado de Holanda, ya me diras.
    Saludos

    De Blogger MONMAR, A las 9/08/2007 11:51 p. m.  

  • me parece estupendo que lo incluyas en el apartado de Holanda. en estos tiempos en que vivimos y con la guerra que tenemos por delante hay que hacer todo lo que podamos para combatir al enemigo islámico.
    un saludo

    De Blogger pacobetis, A las 9/09/2007 2:03 p. m.  

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