Víctimas voluntarias de la yihad
Ocultando la yihad en el colegio
Michelle Malkin
Hace tres años escribí sobre un simulacro de ataque terrorista en una escuela pública del condado de Muskegon, Michigan. En lugar de terroristas islámicos, los profesores los sustituyeron por cristianos que educan a sus hijos en casa. Sí, sí, cristianos que educan a sus hijos en casa. He aquí la descripción del plan del simulacro:
El ejercicio simulará un ataque de un grupo radical ficticio llamado Chalados contra las Escuelas y la Educación, que creen que todo el mundo debería ser educado en casa. En esa situación hipotética, se pone una bomba en el autobús que explota mientras el autobús viaja por Durham, provocando que el vehículo vuelque hacia un lado y se llene de humo.
Asombroso, pero cierto. Inmediatamente después del 11 de Septiembre y la carnicería de los jihadistas en Beslán, Rusia, el centro eligió preparar a sus estudiantes para un ataque de "chalados" cristianos que enseñan a sus hijos en casa, en lugar de terroristas suicidas musulmanes.
Desafortunadamente, poco ha cambiado desde entonces. El mes pasado, el instituto de Burlington, en New Jersey, celebró su propio simulacro de ataque terrorista. "El servicio que puedas hacer será tan bueno como tu entrenamiento", dijo el superintendente Chris Manno al Burlington County Times. "Necesitamos practicar bajo condiciones tan reales como sea posible para evaluar nuestros protocolos y planes, de modo que sean lo más eficaces posible".
Pero las condiciones "tan reales como sea posible" no incluían yihadistas con chalecos bomba gritando Alá Akbar. Tampoco mártires con pañuelos rojos y visiones de 72 vírgenes en su diabólica cabeza. Tampoco conspiradores obsesionados con Estados Unidos que estén enfurecidos con la existencia de Israel o guiados por el deseo de establecer un califato mundial. Nada. Según el periódico, dos detectives locales de la policía interpretaron el papel de cristianos armados que tomaban rehenes.
Los detectives los describieron como miembros de un grupo fundamentalista de derechas llamado "Los Nuevos Cruzados", que no creen en la separación entre Iglesia y Estado. Los falsos pistoleros entraron en la escuela en busca de justicia porque a la hija de uno de ellos había sido expulsada por rezar antes de las clases.
Algunos estudiantes cristianos enfadados con el simulacro se lo contaron a sus padres.
¿Cuántos simulacros de ataques terroristas que excusan a la yihad se habrán llevado a cabo con dinero de los contribuyentes? ¿Cuánto tiempo queda antes de que imitemos a las escuelas británicas, en las que se está eliminando el Holocausto de las lecciones de historia para no ofender a los alumnos musulmanes?
Los educadores norteamericanos han estado cediendo a la voluntad de los mercachifles de la queja desde la misma mañana del 11 de Septiembre. Recuerde la advertencia simpatizante con la yihad del sentimental plan de estudios de la Asociación Nacional de la Educación post-11 de Septiembre: "No den a entender que algún grupo es responsable" de los ataques terroristas, aconsejaba a padres y profesores.
Pero, eso sí, siéntase libres de invocar a los "chalados" cristianos que educan a sus hijos en casa y a los "Nuevos Cruzados" cristianos; todo vale con tal de evitar ofender al lobby musulmán.
He aquí un escenario "tan real como sea posible". El mes pasado, agentes antiterroristas enviaron unas circulares para advertir a los departamentos de policía de toda la nación de que miembros sospechosos de pertenecer a grupos extremistas habían firmado contratos para trabajar como conductores de autobuses escolares por todo Estados Unidos. Los "extremistas" investigados por el FBI y las demás agencias son extranjeros que habían conseguido "comprar autobuses y hacerse con permisos para conducirlos". ¿Quiénes eran estos "extremistas"? Una pista: no son chalados presbiterianos, luteranos o católicos que enseñan a sus hijos en casa.
El mes pasado, en Indonesia, hubo un ataque en Yakarta contra una escuela teológica llevado a cabo por terroristas religiosos. El centro era cristiano evangélico. Los terroristas eran musulmanes. En el sur de Tailandia, los atacantes lanzaron explosivos y abrieron fuego contra una escuela islámica, matando a tres estudiantes. Según las noticias, la Policía cree que insurgentes musulmanes llevaban a cabo el ataque en un intento por convencer a la población de que las autoridades eran las responsables, un truco para intentar ganarlos para la causa de los insurgentes.
Y en el nombre de ganarse a los iraquíes para su causa manchada de sangre, un terrorista suicida conduciendo un camión de alimentos mató a ocho niñas iraquíes y a un bebé en la ciudad petrolera de Kirkuk. El terrorista del camión era, sin duda, cruzado, pero no del tipo contra el que previenen a los estudiantes norteamericanos durante los fantasiosos simulacros.
En nuestras instituciones estatales de mantenimiento perpetuo de la ignorancia, sólo la dhimmitud, el sometimiento al dominio islámico, obtiene buenas notas. Y están enseñando a nuestros hijos demasiado bien.
Michelle Malkin
Hace tres años escribí sobre un simulacro de ataque terrorista en una escuela pública del condado de Muskegon, Michigan. En lugar de terroristas islámicos, los profesores los sustituyeron por cristianos que educan a sus hijos en casa. Sí, sí, cristianos que educan a sus hijos en casa. He aquí la descripción del plan del simulacro:
El ejercicio simulará un ataque de un grupo radical ficticio llamado Chalados contra las Escuelas y la Educación, que creen que todo el mundo debería ser educado en casa. En esa situación hipotética, se pone una bomba en el autobús que explota mientras el autobús viaja por Durham, provocando que el vehículo vuelque hacia un lado y se llene de humo.
Asombroso, pero cierto. Inmediatamente después del 11 de Septiembre y la carnicería de los jihadistas en Beslán, Rusia, el centro eligió preparar a sus estudiantes para un ataque de "chalados" cristianos que enseñan a sus hijos en casa, en lugar de terroristas suicidas musulmanes.
Desafortunadamente, poco ha cambiado desde entonces. El mes pasado, el instituto de Burlington, en New Jersey, celebró su propio simulacro de ataque terrorista. "El servicio que puedas hacer será tan bueno como tu entrenamiento", dijo el superintendente Chris Manno al Burlington County Times. "Necesitamos practicar bajo condiciones tan reales como sea posible para evaluar nuestros protocolos y planes, de modo que sean lo más eficaces posible".
Pero las condiciones "tan reales como sea posible" no incluían yihadistas con chalecos bomba gritando Alá Akbar. Tampoco mártires con pañuelos rojos y visiones de 72 vírgenes en su diabólica cabeza. Tampoco conspiradores obsesionados con Estados Unidos que estén enfurecidos con la existencia de Israel o guiados por el deseo de establecer un califato mundial. Nada. Según el periódico, dos detectives locales de la policía interpretaron el papel de cristianos armados que tomaban rehenes.
Los detectives los describieron como miembros de un grupo fundamentalista de derechas llamado "Los Nuevos Cruzados", que no creen en la separación entre Iglesia y Estado. Los falsos pistoleros entraron en la escuela en busca de justicia porque a la hija de uno de ellos había sido expulsada por rezar antes de las clases.
Algunos estudiantes cristianos enfadados con el simulacro se lo contaron a sus padres.
¿Cuántos simulacros de ataques terroristas que excusan a la yihad se habrán llevado a cabo con dinero de los contribuyentes? ¿Cuánto tiempo queda antes de que imitemos a las escuelas británicas, en las que se está eliminando el Holocausto de las lecciones de historia para no ofender a los alumnos musulmanes?
Los educadores norteamericanos han estado cediendo a la voluntad de los mercachifles de la queja desde la misma mañana del 11 de Septiembre. Recuerde la advertencia simpatizante con la yihad del sentimental plan de estudios de la Asociación Nacional de la Educación post-11 de Septiembre: "No den a entender que algún grupo es responsable" de los ataques terroristas, aconsejaba a padres y profesores.
Pero, eso sí, siéntase libres de invocar a los "chalados" cristianos que educan a sus hijos en casa y a los "Nuevos Cruzados" cristianos; todo vale con tal de evitar ofender al lobby musulmán.
He aquí un escenario "tan real como sea posible". El mes pasado, agentes antiterroristas enviaron unas circulares para advertir a los departamentos de policía de toda la nación de que miembros sospechosos de pertenecer a grupos extremistas habían firmado contratos para trabajar como conductores de autobuses escolares por todo Estados Unidos. Los "extremistas" investigados por el FBI y las demás agencias son extranjeros que habían conseguido "comprar autobuses y hacerse con permisos para conducirlos". ¿Quiénes eran estos "extremistas"? Una pista: no son chalados presbiterianos, luteranos o católicos que enseñan a sus hijos en casa.
El mes pasado, en Indonesia, hubo un ataque en Yakarta contra una escuela teológica llevado a cabo por terroristas religiosos. El centro era cristiano evangélico. Los terroristas eran musulmanes. En el sur de Tailandia, los atacantes lanzaron explosivos y abrieron fuego contra una escuela islámica, matando a tres estudiantes. Según las noticias, la Policía cree que insurgentes musulmanes llevaban a cabo el ataque en un intento por convencer a la población de que las autoridades eran las responsables, un truco para intentar ganarlos para la causa de los insurgentes.
Y en el nombre de ganarse a los iraquíes para su causa manchada de sangre, un terrorista suicida conduciendo un camión de alimentos mató a ocho niñas iraquíes y a un bebé en la ciudad petrolera de Kirkuk. El terrorista del camión era, sin duda, cruzado, pero no del tipo contra el que previenen a los estudiantes norteamericanos durante los fantasiosos simulacros.
En nuestras instituciones estatales de mantenimiento perpetuo de la ignorancia, sólo la dhimmitud, el sometimiento al dominio islámico, obtiene buenas notas. Y están enseñando a nuestros hijos demasiado bien.
No es solo en el colegio sino en todos los ámbitos de la vida. ¿Os habeis fijado que en cualquier película o serie de televisión en la que suceda un atentado terrorista siempre sigue la misma secuencia de hechos? En primer lugar las víctimas, medio locas y fanáticas, culpan a algún árabe que pasaba por allí. Pero rápidamente el héroe, o heroína, de turno lucha contra esa "infamia" y a costa de ser acusado de colaborador por los sicarios del poder fascista (CIA, FBI, ...) investiga hasta demostrar que el árabe era un santo y que los culpables son algún grupo de "patriotas americanos" mal encaminados, o unos capos de la droga (a los "sudacas" está permitido darles caña), o, en la apoteosis de su "valentía" y "rebeldía" el propio gobierno de Bush (no podía ser otro) al servicio del poder de las "multinacionales".
Lo dicho: cada vez se parecen más los imbéciles de USA a los imbéciles de Eurabia
Etiquetas: Islamofascismo, Noticias desde eurabia
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