Condoleezza ¿"pa" qué vienes?
¿A qué viene Rice?
Por Manuel Coma
Rice la realista, pasa finalmente bajo las horcas caudinas de la realidad y pone sordina a la política de democratización, primero, para volver a la diplomacia clásica de hablar con todos aunque no haya nada de que hablar. Pero hacer que se habla ya es un acto político y en una guerra parte de la acción bélica. Quién se anota el tanto es otra cuestión. Todas las posibilidades están sobre la mesa. Los dos interlocutores pueden ganar, ambos perder o uno hacerse con la victoria dejando al otro derrotado y maltrecho.
En las conversaciones entre enemigos el acto puede primar sobre el contenido. Aunque no haya manera de ponerse de acuerdo, la conversación puede llegar a ser importante de cara a la clientela doméstica o a la galería internacional. Para uno puede signifi car el implacable enemigo forzado a llamar a nuestra puerta, mientras que para el otro es el supremo acto de buena voluntad para demostrar que se está siempre dispuesto a tratar hasta con los peores intratables. Después de que la Secretaria de Estado le concediera media hora al ansioso ministro de Exteriores sirio y de hacerle algunos fallidos guiños al esquivo iraní, le ha llegado la hora a nuestro presidente, justo para anunciarlo antes de las municipales. En el forcejeo por el marcador ¿cuál puede ser el resultado? ¿Qué vale más? ¿«Han tenido que pasar por el aro» o poner en cuestión los probados valores antiamericanos y la altiva resistencia numantina ante el imperio? La jugada de Zapatero consiste en resaltar lo uno preservando lo otro y dada su debacle exterior no le viene mal que alguien se acuerde de él. ¿A qué juega Rice? Muchos esperan milagritos de la inclusión en el circuito diplomático de los vecinos sospechosos de Irak, pero ¿a quién le importa internacionalmente lo que haga o diga Zapatero, como no sea por solaz y jolgorio? Lo último que haría serían concesiones visibles. Nada que empañe el «yo tenía razón». Más bien todo lo contrario, aprovechar la oportunidad para ratificarlo. ¿Qué puede buscar la americana? ¿Le bastará sólo con mostrar al mundo y a sus demócratas que habla con todos, hasta con los don nadie? Quizás pueda estar Afganistán en el alero. Zapatero tiene fortísimas tentaciones para meter el rabo entrepiernas y salir como alma que lleva el diablo. En ese sentido ha educado a su público y tiene colonizados a muchos de sus enemigos internos, que no harían más que aplaudir, aún tirando, los segundos, adoquines contra su frágil tejado. Después de todo, tampoco su partido les ha dado razones de por qué estamos allí ni nunca osará dárselas. Un acuerdo secreto en el tema es posible, pero Zapatero no cumple ni los públicos. Y si Rice se pone brava, defendiendo en sus discursos con demasiado vigor la política de su Gobierno, puede proporcionarle al maestro en rendiciones preventivas la ocasión de oro para proceder a una heroica retirada con máxima rentabilidad electoral con vistas a las generales. Sea lo que sea lo que Moratinos le ha prometido. Y sean cuales sean las expectativas de su embajador en Madrid que, por conseguir inverosímiles complacencias de nuestro Gobierno, ha respetado escrupulosamente todas las listas negras del PSOE y puesto en cuarentena a toda la derecha. Tanto más cuanto más amigos de su país, siguiendo una inveterada política americana. El balance puede ser que Zapatero, tahúr sin melindres, tiene las mejores cartas y Miss Rice se mete en la boca de un lobo que más le valdría conocer.
Zapatero es tanto más ideólogo cuanto más corto de ideas. La parquedad de formación intelectual la compensa este «apparatchik» de partido con el radicalismo de sus convicciones y la profundidad de la fe en sí mismo. Saber, no sabe casi nada, pero intuye que se queda solo, literalmente. Cierra los ojos y ve. Ve a Kerry ganando las elecciones en los Estados Unidos; a Blair, perdiendo; a Merkel, barrida por sus correligionarios teutónicos; a Chirac, como amable protector en cuyas manos pueden abandonarse confi adamente nuestros intereses nacionales; a Mohamed VI, como incondicional amigo al que nada puede negársele; a Ségolène, victoriosa; a Hugo, Evo y Fidel, como guías hacia un radiante futuro; a Ahmadinjad y Erdogan como socios en la armonía universal bajo el próximo califato islámico que aliará a todas las civilizaciones en la única y verdadera; a Carod Rovira como consolidador de la unidad nacional; y a Otegi y De Juana como pacificadores natos de los sangrientos confl ictos creados por la despiadada derecha. ¿Y Estados Unidos? Estados Unidos, el aguafi estas. Culpable de haber elegido a Bush, el Aznar americano, lo que les deparó el 11-S como a nosotros el 11-M. Y que no se diga que no acertó de lleno previendo el peligro. Y que no hizo todo lo que pudo para alejarlo: prometer a los ejecutores lo que querían si contra todas las encuestas llegaba al poder. Los ejecutores supieron agradecérselo. Y él vaya que si cumplió. Con creces. Exhortó a los otros aliados de USA, y en tierras de Mahoma, a tirar las armas y seguir nuestro camino en la espantada de Irak. Y jamás ha condenado a los suicidas que envían al paraíso a los iraquíes por centenares de una vez y decenas de miles sumados. Pero sí, reiteradamente, a voz en grito, ante enfervorizadas audiencias, a la cruel Administración de Bush que derrocó el régimen fascista iraquí y combate contra los guerreros santos y por gobiernos elegidos y de consenso, dejando en el empeño jóvenes vidas y cuantiosos caudales. Ese es el interlocutor de la espabilada diplomática. ¿A qué demonios vendrá?
http://www.gees.org/
Por Manuel Coma
Rice la realista, pasa finalmente bajo las horcas caudinas de la realidad y pone sordina a la política de democratización, primero, para volver a la diplomacia clásica de hablar con todos aunque no haya nada de que hablar. Pero hacer que se habla ya es un acto político y en una guerra parte de la acción bélica. Quién se anota el tanto es otra cuestión. Todas las posibilidades están sobre la mesa. Los dos interlocutores pueden ganar, ambos perder o uno hacerse con la victoria dejando al otro derrotado y maltrecho.
En las conversaciones entre enemigos el acto puede primar sobre el contenido. Aunque no haya manera de ponerse de acuerdo, la conversación puede llegar a ser importante de cara a la clientela doméstica o a la galería internacional. Para uno puede signifi car el implacable enemigo forzado a llamar a nuestra puerta, mientras que para el otro es el supremo acto de buena voluntad para demostrar que se está siempre dispuesto a tratar hasta con los peores intratables. Después de que la Secretaria de Estado le concediera media hora al ansioso ministro de Exteriores sirio y de hacerle algunos fallidos guiños al esquivo iraní, le ha llegado la hora a nuestro presidente, justo para anunciarlo antes de las municipales. En el forcejeo por el marcador ¿cuál puede ser el resultado? ¿Qué vale más? ¿«Han tenido que pasar por el aro» o poner en cuestión los probados valores antiamericanos y la altiva resistencia numantina ante el imperio? La jugada de Zapatero consiste en resaltar lo uno preservando lo otro y dada su debacle exterior no le viene mal que alguien se acuerde de él. ¿A qué juega Rice? Muchos esperan milagritos de la inclusión en el circuito diplomático de los vecinos sospechosos de Irak, pero ¿a quién le importa internacionalmente lo que haga o diga Zapatero, como no sea por solaz y jolgorio? Lo último que haría serían concesiones visibles. Nada que empañe el «yo tenía razón». Más bien todo lo contrario, aprovechar la oportunidad para ratificarlo. ¿Qué puede buscar la americana? ¿Le bastará sólo con mostrar al mundo y a sus demócratas que habla con todos, hasta con los don nadie? Quizás pueda estar Afganistán en el alero. Zapatero tiene fortísimas tentaciones para meter el rabo entrepiernas y salir como alma que lleva el diablo. En ese sentido ha educado a su público y tiene colonizados a muchos de sus enemigos internos, que no harían más que aplaudir, aún tirando, los segundos, adoquines contra su frágil tejado. Después de todo, tampoco su partido les ha dado razones de por qué estamos allí ni nunca osará dárselas. Un acuerdo secreto en el tema es posible, pero Zapatero no cumple ni los públicos. Y si Rice se pone brava, defendiendo en sus discursos con demasiado vigor la política de su Gobierno, puede proporcionarle al maestro en rendiciones preventivas la ocasión de oro para proceder a una heroica retirada con máxima rentabilidad electoral con vistas a las generales. Sea lo que sea lo que Moratinos le ha prometido. Y sean cuales sean las expectativas de su embajador en Madrid que, por conseguir inverosímiles complacencias de nuestro Gobierno, ha respetado escrupulosamente todas las listas negras del PSOE y puesto en cuarentena a toda la derecha. Tanto más cuanto más amigos de su país, siguiendo una inveterada política americana. El balance puede ser que Zapatero, tahúr sin melindres, tiene las mejores cartas y Miss Rice se mete en la boca de un lobo que más le valdría conocer.
Zapatero es tanto más ideólogo cuanto más corto de ideas. La parquedad de formación intelectual la compensa este «apparatchik» de partido con el radicalismo de sus convicciones y la profundidad de la fe en sí mismo. Saber, no sabe casi nada, pero intuye que se queda solo, literalmente. Cierra los ojos y ve. Ve a Kerry ganando las elecciones en los Estados Unidos; a Blair, perdiendo; a Merkel, barrida por sus correligionarios teutónicos; a Chirac, como amable protector en cuyas manos pueden abandonarse confi adamente nuestros intereses nacionales; a Mohamed VI, como incondicional amigo al que nada puede negársele; a Ségolène, victoriosa; a Hugo, Evo y Fidel, como guías hacia un radiante futuro; a Ahmadinjad y Erdogan como socios en la armonía universal bajo el próximo califato islámico que aliará a todas las civilizaciones en la única y verdadera; a Carod Rovira como consolidador de la unidad nacional; y a Otegi y De Juana como pacificadores natos de los sangrientos confl ictos creados por la despiadada derecha. ¿Y Estados Unidos? Estados Unidos, el aguafi estas. Culpable de haber elegido a Bush, el Aznar americano, lo que les deparó el 11-S como a nosotros el 11-M. Y que no se diga que no acertó de lleno previendo el peligro. Y que no hizo todo lo que pudo para alejarlo: prometer a los ejecutores lo que querían si contra todas las encuestas llegaba al poder. Los ejecutores supieron agradecérselo. Y él vaya que si cumplió. Con creces. Exhortó a los otros aliados de USA, y en tierras de Mahoma, a tirar las armas y seguir nuestro camino en la espantada de Irak. Y jamás ha condenado a los suicidas que envían al paraíso a los iraquíes por centenares de una vez y decenas de miles sumados. Pero sí, reiteradamente, a voz en grito, ante enfervorizadas audiencias, a la cruel Administración de Bush que derrocó el régimen fascista iraquí y combate contra los guerreros santos y por gobiernos elegidos y de consenso, dejando en el empeño jóvenes vidas y cuantiosos caudales. Ese es el interlocutor de la espabilada diplomática. ¿A qué demonios vendrá?
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Supongo que después de pringarse "dialogando" con los iraníes visitar a Zapatero es algo sin importancia. Al fin y al cabo no deja de ser un don nadie iluminado e inofensivo. Inofensivo para los USA, claro, porque para los españoles es muy muy dañino. Así que los USA, con la Rice a la cabeza, se dedican a lo que suele ser habitual en ellos. Darle respaldo a aquellos que combaten contra todo lo que significa libertad y progreso. Sobre todo cuando estos más necesitados están de una ayudita externa que les solucionen sus problemas internos. Lo hicieron con Franco, con Noriega, con Pinochet, con Saddam, ... traicionaron a los judíos en los años 40, a Israel siempre que les ha convenido, ... beben los vientos por los reyezuelos de Arabia Saudí o Marruecos ... ¿por qué no van a "visitar" a Zapatero para quién sabe qué?
Mirad a este impresentable:
EL MINISTRO ESTABA VISIBLEMENTE NERVIOSO
Moratinos no encaja la amonestación de Rice y replica que él se ha visto más con los disidentes cubanos
Etiquetas: La España de Torrente, Noticias desde eurabia
4 comentarios:
Como se diría en mi país: el imbécil del video estaba "cagado en las patas".
De Anónimo, A las 6/02/2007 12:04 a. m.
lo peor es que ese imbécil es nuestro ministro de exteriores. ¡así nos va!
De pacobetis, A las 6/02/2007 9:14 p. m.
Ah verdad Paco. Ese imbécil es su ministro de relaciones exteriores, Miguel Ángel Moratinos.
Mi más profundo pésame
De Anónimo, A las 6/03/2007 6:30 a. m.
no lo condenes al infierno paco el tipo es un amoral. de la peor calaña con la condolezza . cien pies , negra TIO TOM asimilada. trasculturalizada . anodina. cicebuta, racista del peor pozo ciego digo , es mas de lo mismo... son popes petroleros todos ellos , sabias estan en una coorporacion que obtiene dividendos de los pozos petroleros que extraen petroleo en KUWAIT E IRAK , arrasan pueblos enteros por la codicia y ese moratino debe estar metido en algun negociado de esos de empresas fantasmas que lavan plata . a lo loco.je
noralicia
De Anónimo, A las 6/03/2007 5:01 p. m.
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