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jueves, mayo 24, 2007

Al-Hurra




Andrés me manda este artículo de Julián Schvindlerman sobre el canal de televisión por satélite Al-Hurra. Confieso que lo desconocía, y mucho más su origen y el cambio de rumbo en su línea editorial.

El escándalo de Al-Hurra TV
Por Julián Schvindlerman

Profundamente conmocionada por los atentados del 11 de septiembre del 2001, la sociedad norteamericana se interrogó acerca del motivo por el cuál ella era tan odiada en el Medio Oriente. Una de las conclusiones a la que arribó fue que los árabes y los musulmanes estaban contaminados por una maliciosa propaganda difamatoria que emanaba diariamente de los periódicos que estos leían, las radios que oían y la televisión que miraban. Los medios masivos de comunicación mesorientales estaban tan plagados de teorías conspirativas anti-estadounidenses y tan saturados de sentimientos visceralmente hostiles a USA, que una manera de revertir esa negativa impresión sería brindar a las audiencias árabes la posibilidad de ver y oír noticias y reflexiones sostenidamente divergentes de las postuladas por el consenso periodístico de la región.
Con tal propósito, un canal de televisión satelital en lengua árabe fue creado por el gobierno norteamericano. Oficialmente lanzado en febrero de 2004 bajo el nombre de Al-Hurra (El Libre) y con un presupuesto anual de u$s 70 millones, este medio serviría como plataforma para la divulgación de noticias, comentarios y opiniones alternativas a las tradicionalmente difundidas en los medios árabes. Su misión sería denunciar las violaciones a los derechos humanos en la región, exponer casos de corrupción, promover la paz, apoyar la democracia, y contrarrestar las distorsiones relativas a los Estados Unidos de América. Cosa que a grandes rasgos estuvo haciendo hasta noviembre del 2006, oportunidad en la que su director Mouafac Harb- un musulmán nacido en El Líbano- fue reemplazado por Larry Register; un norteamericano ex productor de la CNN. Desde entonces, las nuevas decisiones editoriales provocaron un giro de 180 grados en la cobertura de Al-Hurra, dándole –por más increíble que esto suene- un sesgo visiblemente pro-islamista y antinorteamericano. Tan radical ha sido el cambio en el contenido de este canal satelital, que dos diputados (un republicano de Indiana y un demócrata de Florida) han instado a la Secretaria de Estado Condoleeza Rice a que ordene una investigación al respecto, en tanto que el parlamentario reformista y secular iraquí Mithal al-Alusi comentó “Hasta ahora, estábamos tan felices con Al-Hurra...Pero ya no”.
La gota que colmó el vaso de la tolerancia respecto de la autoflagelación del Sr. Register (tan típica, acotemos, de los periodistas progresistas de la CNN) fue la cobertura en vivo y total, durante más de 70 minutos, de un discurso virulento del líder del Hizbollah Hasan Nasrallah, seguida de un comentario por parte de un oficial libanés que criticó a Nasrallah por no haber sido lo suficientemente anti-israelí y anti-norteamericano. Según Joel Mowbray –un periodista independiente que denunció todo este asunto originalmente en las páginas del Wall Street Journal- esto no hacía más que afirmar una nueva política editorial de dar cobertura amigable a terroristas de Al-Qaeda y del Hamas, cuyas exageraciones, falsedades o difamaciones rara vez eran cuestionadas. Por ejemplo, cuando el 9 de febrero último, los palestinos protestaron con violencia las construcciones que la municipalidad de Jerusalém encargó realizar para mejorar la seguridad en el Monte del Templo, Al-Hurra brindó una cobertura de ”noticias de último momento” de casi dos horas, superando así en media hora a la cadena Al-Jazeera, y se aseguró de que Ikrima Sabri, el imán de la mezquita Al-Aqsa y ex mufti de Jerusalém asignado oportunamente por Yasser Arafat, tuviera el espacio de aire suficiente para acusar a Israel de disparar armas y arrojar bombas dentro de la mezquita y luego prohibir el ingreso de médicos para auxiliar a los heridos. Unos meses antes, el 12 de diciembre de 2006, Al-Hurra estuvo presente en Teherán en ocasión de la conferencia negacionista, dando espacio a famosos negadores tales como el norteamericano David Duke y el francés Robert Faurrison, quienes propagaron sus posturas mentirosas sin ser interpelados por el corresponsal de Al-Hurra, quién por su parte se refirió a los críticos de estos negadores como “defensores del Holocausto”. (Atrás quedaron los tiempos de Mouafac Harb en los que Al-Hurra cubrió el 60 aniversario de la liberación de Auschwitz y entrevistó a Elie Wiesel; algo vanguardista para una canal en lengua árabe). Según informó Joel Mowbray, seis semanas más tarde, el 20 de enero del corriente año, Al-Hurra emitió un especial sobre Neturei Karta, el grupo marginal de judíos ultraortodoxos que participaron de la reunión de negadores en la capital iraní, emitiendo entrevistas en las que éstos aseguraban que “los sionistas” habían quemado sus sinagogas, nuevamente, sin cuestionamiento alguno por parte del corresponsal de este canal satelital, quién además indicó que Neturei Karta poseía más de un millón de miembros cuando en realidad posee apenas varios miles de simpatizantes, tal como indica el propio website de esa agrupación. Podríamos continuar, pero el panorama ya es claro.
Esta es la historia de cómo un canal establecido para actuar de contrapeso a la propaganda anti-occidental de Al-Jazeera y Al-Arabiya, terminó convirtiéndose en un competidor de estos canales en la promoción de anti-occidentalismo islamista. El equivalente histórico a este hecho sería imaginar a la Radio Free Europe durante la Guerra Fría brindando una cobertura benigna al Kremlin, o a la BBC ofreciendo espacio a los nazis para criticar a Winston Churchill durante la Segunda Guerra Mundial. Tal como señaló un editorial del Wall Street Journal: “Al-Hurra puede ser una herramienta útil en la batalla de las ideas que es crucial para la guerra contra el extremismo islámico. Pero si ella y sus emisiones hermanas irán meramente a proveer otra plataforma para la propaganda anti-norteamericana, ¿quién las necesita?”.

Cualquier despistado podría asombrarse de que con un director musulmán la cadena fuea pro-occidental y al caer en manos de un periodista norteamericano cambiara totalmente y se dedique a hacer propaganda a favor de los terroristas e islamistas en general y contra Israel, USA y la civilización occidental en general.
A ese despistado le preguntaría ¿ves alguna vez la CNN? o en español ¿conoces Tele 5, RTVE, Cuatro, .....? ¿A que ya no te extraña tanto el cambio de postura de Al-Hurra? ¿recuerdas el titular de El País al día siguiente del 11-S? ("El mundo tiembla anta la venganza de USA") ¿o cual era la gran preocupación de todos los medios españoles tras el 11-M? (que nadie osara mostrar cualquier actitud mínimamente hostil hacia los musulmanes) ¿no habrás olvidado el papelón de Reuters durante la segunda guerra de el Libano?
Pues ya sabes, no te extrañes. Estamos en guerra y muchos medios de comunicación eligieron bando hace tiempo. Así ganan dinero, venden un producto con el respaldo del marketing gubernamental. Prensa del movimiento en estado puro.

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