Mercaderes del miedo
Mercaderes del miedo
Carlos Semprún Maura
Carlos Semprún Maura
"Astrónomos rusos y norteamericanos han anunciado un enfriamiento terrestre a mediados de este siglo, que comenzará a notarse dentro de una decena de años. Las costosas reducciones de CO2 (un gas que, hay que subrayarlo, no puede definirse como polución puesto que nutre la vegetación y, por lo tanto, condiciona la vida misma) se convertirían no solo en superfluas, sino en nocivas. Esto recordaría oportunamente a todos los mercaderes del miedo que la humanidad no está encerrada en un invernadero, sino que sigue evolucionando en un mundo abierto, cuya inteligencia se nos escapa aún ampliamente". Estas son las últimas líneas del artículo publicado el martes por Le Figaro y escrito por Edgar Gärtner, director del foro Environment del Centre for the New Europe, de Bruselas.
El artículo constituye un grito de alarma contra las supersticiones climáticas y las medidas de aquelarre organizadas por la ONU, la UE, otras burocráticas instituciones y la gigantesca mafia seudo científica, que tendrán como principal resultado el de encarecer, y por lo tanto empobrecer, la industria, la agricultura; la economía de nuestras sociedades, en suma. Y todo sin que esas demagógicas y caras medidas tengan fundamentos realmente científicos. "Con simulaciones electrónicas es posible demostrar cualquier cosa, manipulando los algoritmos en la dirección deseada", escribe también. Gärtner no niega cierto calentamiento –que además puede tener resultados positivos–, pero niega que se deba únicamente, ni siquiera principalmente, a la "diabólica" actividad humana y productiva. Niega asimismo todo valor científico a los onusianos acuerdos de Kioto, Nairobi y lo que te rondaré, morena.
Inspirándome en lo que escribe Gärtner, recordaré que hubo periodos de glaciación, pertinaces sequías, diluvios bíblicos y periodos de "canícula" mucho antes de la revolución industrial, la plétora de coches y las empresas petroquímicas. Pero hay que reconocer que esta superstición medioambiental, que entronca con antiquísimos pánicos irracionales y un decimonónico rechazo a todo lo que huela a progreso, tiene tal éxito popular que se ha convertido en un peligroso fenómeno político y social. Cuando me declaro muy escéptico, todos me tratan de fascista.
No cabe duda de que los mercaderes del miedo han encontrado un negocio rentable. Aunque Al Gore ha fracasado en su carrera política, se ha hecho en cambio millonario vendiendo pirulís ecológicos. Ya que escribo desde París, terminaré contemplando la grotesca popularidad de Nicolas Hulot, quien se autoriza a chantajear a todos los candidatos a las presidenciales obligándoles a firmar un "pacto ecológico" (hasta Sarkozy ha caído en la trampa), cuya principal medida se resume en el compromiso de nombrar un vice primer ministro de Medio Ambiente, como si un vice primer ministro pudiera cambiar el clima. En cambio, podría aumentar los impuestos. De eso se trata, claro.
“En el año 982 el marino y explorador vikingo de origen noruego Erik Thorvaldsson navegó hacia el oeste de Noruega descubriendo una enorme isla la cual llamó “Grønland” siendo su traducción al español «tierra verde», intentando de este modo atraer a los futuros colonos. Sin embargo, al llegar los colonos se encontraron con un clima gélido y hostil, si bien las condiciones climáticas eran mejores (más cálidas) en aquella época que en la actualidad.”
http://es.wikipedia.org
¿Hace 1024 años la temperatura de Groenlandia era más elevada que en la actualidad? ¿y no desapareció todo atisbo de civilización debido a esa gran calamidad? supongo que prohibirían la emanación de gases contaminantes ¿no?
El clima de la Tierra cambia constantemente. Actualmente estamos en una época de tendencia al calentamiento desde 1850 después de una etapa de 400 años mucho más frios conocidos como “pequeña glaciación”. La actividad humana influye en esos cambios pero no en la medida que algunos quieren hacernos creer, ya que dichos cambios también se producían mucho antes de la revolución industrial y del crecimiento de la población humana a los niveles actuales.
¿quiere eso decir que no pasa nada, que no hay que cuidar la naturaleza, …? evidentemente no.
¿Hay que renunciar entonces al bienestar y al progreso en nombre del ecologismo? ni mucho menos.
Como en todo pienso que es posible un equilibrio que nos permita vivir bien a todos a la vez que se preserva la naturaleza. Pero los movimientos ecologistas están anclados en la vuelta a “la utopía rural autosuficiente” que en la práctica sería una vuelta a las cavernas, mientras que determinados grupos de presión solo buscan el beneficio inmediato.
Para mí no hay diferencia de resultados entre la codicia de estos y la incompetencia de aquellos.
To los cientificos están hablando de lo del clima
que está cambiando en el mundo deuna forma brutal
yo en mis carnes últimamente lo estoy notando
porque el juanete me duele una barbaridad
también man dicho que está pasando algo preocupante
y es que está subiendo por momento el nivel del mar
y eso es verdad porque yo voy mucho a comé a la playa
y si me descuido me veo comiéndome la tortilla en aguatapá
dicen quel desodorantees muy peligroso por la capa dozono
y eso me da un miedo
que no veas tú
por eso yo lo que me pongo
en cada sobaco
es un ambipur
voy a escribirle a la NASA pa que me dejen
arreglar lo de la capa dozono
voy a decirle me traigan la capa
que voy hacerle un remiendo mono
y hescuchao en el telediario
que se están derritiendo los polos
por eso el otro día ví un chiquillo
comiéndose un frigodedo con el caldo hasta los codos
¡hay que hacer algo yaaaaa!
señores
porque este planeta ya no puede más
dejarse ya de pensar en tantas peleas y tantas guerras
aquí lo más importante es que se está calentando la Tierra
yo sufro el calentamiento .....
HAY NOCHES QUE ME LEVANTO COMO UNA PERRA
Chirigota "Los que cosen pa la calle" (2006)
El artículo constituye un grito de alarma contra las supersticiones climáticas y las medidas de aquelarre organizadas por la ONU, la UE, otras burocráticas instituciones y la gigantesca mafia seudo científica, que tendrán como principal resultado el de encarecer, y por lo tanto empobrecer, la industria, la agricultura; la economía de nuestras sociedades, en suma. Y todo sin que esas demagógicas y caras medidas tengan fundamentos realmente científicos. "Con simulaciones electrónicas es posible demostrar cualquier cosa, manipulando los algoritmos en la dirección deseada", escribe también. Gärtner no niega cierto calentamiento –que además puede tener resultados positivos–, pero niega que se deba únicamente, ni siquiera principalmente, a la "diabólica" actividad humana y productiva. Niega asimismo todo valor científico a los onusianos acuerdos de Kioto, Nairobi y lo que te rondaré, morena.
Inspirándome en lo que escribe Gärtner, recordaré que hubo periodos de glaciación, pertinaces sequías, diluvios bíblicos y periodos de "canícula" mucho antes de la revolución industrial, la plétora de coches y las empresas petroquímicas. Pero hay que reconocer que esta superstición medioambiental, que entronca con antiquísimos pánicos irracionales y un decimonónico rechazo a todo lo que huela a progreso, tiene tal éxito popular que se ha convertido en un peligroso fenómeno político y social. Cuando me declaro muy escéptico, todos me tratan de fascista.
No cabe duda de que los mercaderes del miedo han encontrado un negocio rentable. Aunque Al Gore ha fracasado en su carrera política, se ha hecho en cambio millonario vendiendo pirulís ecológicos. Ya que escribo desde París, terminaré contemplando la grotesca popularidad de Nicolas Hulot, quien se autoriza a chantajear a todos los candidatos a las presidenciales obligándoles a firmar un "pacto ecológico" (hasta Sarkozy ha caído en la trampa), cuya principal medida se resume en el compromiso de nombrar un vice primer ministro de Medio Ambiente, como si un vice primer ministro pudiera cambiar el clima. En cambio, podría aumentar los impuestos. De eso se trata, claro.
“En el año 982 el marino y explorador vikingo de origen noruego Erik Thorvaldsson navegó hacia el oeste de Noruega descubriendo una enorme isla la cual llamó “Grønland” siendo su traducción al español «tierra verde», intentando de este modo atraer a los futuros colonos. Sin embargo, al llegar los colonos se encontraron con un clima gélido y hostil, si bien las condiciones climáticas eran mejores (más cálidas) en aquella época que en la actualidad.”
http://es.wikipedia.org
¿Hace 1024 años la temperatura de Groenlandia era más elevada que en la actualidad? ¿y no desapareció todo atisbo de civilización debido a esa gran calamidad? supongo que prohibirían la emanación de gases contaminantes ¿no?
El clima de la Tierra cambia constantemente. Actualmente estamos en una época de tendencia al calentamiento desde 1850 después de una etapa de 400 años mucho más frios conocidos como “pequeña glaciación”. La actividad humana influye en esos cambios pero no en la medida que algunos quieren hacernos creer, ya que dichos cambios también se producían mucho antes de la revolución industrial y del crecimiento de la población humana a los niveles actuales.
¿quiere eso decir que no pasa nada, que no hay que cuidar la naturaleza, …? evidentemente no.
¿Hay que renunciar entonces al bienestar y al progreso en nombre del ecologismo? ni mucho menos.
Como en todo pienso que es posible un equilibrio que nos permita vivir bien a todos a la vez que se preserva la naturaleza. Pero los movimientos ecologistas están anclados en la vuelta a “la utopía rural autosuficiente” que en la práctica sería una vuelta a las cavernas, mientras que determinados grupos de presión solo buscan el beneficio inmediato.
Para mí no hay diferencia de resultados entre la codicia de estos y la incompetencia de aquellos.
To los cientificos están hablando de lo del clima
que está cambiando en el mundo deuna forma brutal
yo en mis carnes últimamente lo estoy notando
porque el juanete me duele una barbaridad
también man dicho que está pasando algo preocupante
y es que está subiendo por momento el nivel del mar
y eso es verdad porque yo voy mucho a comé a la playa
y si me descuido me veo comiéndome la tortilla en aguatapá
dicen quel desodorantees muy peligroso por la capa dozono
y eso me da un miedo
que no veas tú
por eso yo lo que me pongo
en cada sobaco
es un ambipur
voy a escribirle a la NASA pa que me dejen
arreglar lo de la capa dozono
voy a decirle me traigan la capa
que voy hacerle un remiendo mono
y hescuchao en el telediario
que se están derritiendo los polos
por eso el otro día ví un chiquillo
comiéndose un frigodedo con el caldo hasta los codos
¡hay que hacer algo yaaaaa!
señores
porque este planeta ya no puede más
dejarse ya de pensar en tantas peleas y tantas guerras
aquí lo más importante es que se está calentando la Tierra
yo sufro el calentamiento .....
HAY NOCHES QUE ME LEVANTO COMO UNA PERRA
Chirigota "Los que cosen pa la calle" (2006)
Etiquetas: Talibanes del ecologismo y otros "ismos"
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