¿Dónde carajo estaba el milenario pueblo palestino?
También en http://diarios.izcallibur.com podemos leer este excelente complemento al post anterior:
Si se lee el libro de Joan Peters: “De tiempos inmemoriales”, se comprueba, de acuerdo con la documentación contrastadísima que en él se maneja, que la tierra de Israel no ha estado poblada por palestinos en las épocas moderna y contemporánea, tal como se desprende de los relatos de viajeros de los siglos XVIII, XIX y XX, sino que era un territorio casi vacío.
Son más de cincuenta los libros y relatos de viajeros europeos manejados para afirmar que todos coinciden en no haberse encontrado nunca con nadie en el 90% de las tierras que actualmente forman el Estado de Israel, el Reino de Jordania, la República de Siria y El Líbano, que no se sabe realmente lo que es hoy, o a quien obedece. René de Chateubrand en su Viaje de París a Jerusalén expresa la extrañeza que se siente ante la desolación y la despoblación total de la Tierra Santa, y Alphonse de Lamartine, que la visitó en 1835 para meditar y tratar de armonizar su fe cristiana con el racionalismo filosófico del siglo XVIII, dice en su libro “Recuerdos de Oriente” que 'fuera de las puertas de Jerusalén no vimos ningún ser viviente ni escuchamos sonido alguno': no había gente. El estadounidense Mark Twain, que visitó la zona en 1867, afirma: 'Tal desolación existe aquí que no se puede describir; hemos llegado a Tabor... no hemos visto a ningún ser humano en todo el viaje'. Diez años antes, el cónsul británico para Palestina declaraba: 'El país está vacío de habitantes y sería necesario que tuviese alguna población'. Si se consulta el censo turco para la región, de 1882, cosa que yo tuve ocasión de hacer un siglo después, en toda la tierra de Israel, parte del Líbano, Jordania y Sinaí hay 140.000 habitantes, tanto árabes como cristianos y judíos. ¿Dónde estaba el milenario pueblo palestino?. En ninguna parte. Mejor dicho: quienes se dicen sus descendientes estaban en Jordania, Siria y Egipto. De esos países llegaron en el primer tercio del siglo XX a la Tierra Prometida. Prometida porque la presencia cada vez más numerosa de los judíos sionistas creó fábricas, saneó el suelo, creó mano de obra; al reclamo de la actividad judía se arracimaron en una tierra que nunca habían habitado por la sencilla razón de que era inhabitable por su insalubridad y pobreza. Debido a este hecho, y sobre todo a la inmigración judía de socialistas idealistas procedentes de Europa del Este, que se establecieron en kibutzim y moshavim a modo de granjas y fábricas colectivas, la población se disparó, y los árabes, que habían despreciado la tierra hasta entonces emigraron a ella en número de 650.000 en 1922, ubicándose precisamente en los lugares donde los judíos habían creado riqueza y trabajo. Aquel mismo año el gobernador británico del Sinaí puso de relieve que aquella inmigración era en su mayor parte ilegal, y que procedía de Transjordania, Egipto y Siria. En 1930 las autoridades inglesas del Mandato apoyaban el conocido y poco recordado Hope Simpson Report diciendo: 'la lista de parados está ampliándose por la constante inmigración árabe a través de Transjordania y Siria', información que se ve corroborada por fuentes árabes de la época: el informe del gobernador del distrito sirio de Hauran, Tewfik Bey El-Haurani, que escribe: 'Más de 300.000 sirios de Hauran se mudaron a la tierra de Israel en estos años de 1930'. Y el primer ministro inglés W. Churchill dijo en 1939: 'Lejos de ser perseguidos, los árabes se han desplazado al país desde sus países de origen'. Los judíos eran el polo de atracción gracias a los puestos de trabajo que estaban creando.
Por Pancracio Celdrán
Dr. en Filosofía y Letras. Master en Historia Comparada.
1 comentarios:
Muy buen artículo. Es necesario desenmascarar la mentira ya, una y mil veces si hace falta.
La llama de la verdad ha de seguir ardiendo.
Un saludo
De QRM, A las 3/15/2008 1:50 a. m.
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio