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lunes, octubre 01, 2007

Cuando la Tierra era plana ...


Si los árabes bajaran las armas, no habrían más guerras.

Si los israelíes bajaran las armas, no habrá más Israel.


Israel es la víctima, no el origen de todos los males
Por el rabino Warren Goldstein, Gran Rabino de Sudáfrica
(http://www.thetimes.co.za/)
A veces cometemos los errores más básicos. Cuando grandes cantidades de personas cometen errores, incluso errores monumentales, es casi imposible desafiar la opinión que prevalece como resultado de ello. En una época el sentido común sostenía que la Tierra era plana. En tiempos antiguos, si alguien osaba argüir que la Tierra era redonda, lo hubieran denigrado sosteniendo que estaba desconectado de la realidad. Cuando, en el siglo XVI, Nicolás Copérnico se atrevió a sugerir que el sol era el centro del sistema solar, y no la Tierra, fue considerado un hereje.
En el mundo de hoy, cualquier intento de explicar el conflicto árabe-israelí en términos que no sean "la ocupación ilegal de territorios palestinos por parte de Israel" y la "negación de la aspiración nacionalista palestina" suele ser visto como una declaración de que la Tierra es plana y constituye el centro del universo. Pero, ¿y si esta opinión está errada? ¿Si, en términos de la comprensión del conflicto árabe-israelí, nos encontramos en la era pre-Copérnica? ¿Si el Estado Judío, que es considerado el origen de todos los males en Oriente Medio, fuera la víctima? ¿Y si el apartheid de Oriente Medio está, de hecho, dirigido contra los judíos? ¿Y si Israel fuera el Congreso Nacional Africano de Oriente Medio?
En Sudáfrica, nuestro conflicto fue causado por un régimen de apartheid racista y blanco. El CNA siempre estuvo dispuesto a dialogar por la paz, pero el régimen se negó a hablar y por eso el conflicto no pudo ser solucionado y el CNA se vio forzado a usar la lucha armada. Al igual que el CNA, el gobierno israelí siempre ha estado dispuesto a mantener conversaciones sobre la paz, pero se ha visto obligado desde el nacimiento del Estado Judío a una lucha armada de defensa debido a que el mundo árabe antisemita no ha estado preparado para el diálogo por la paz.
El CNA tuvo que mantener una lucha armada durante muchos años hasta que los sudafricanos estuvieron dispuestos a dialogar, y entonces, el prolongado conflicto se solucionó relativamente rápido. A diferencia del CNA, Israel no ha encontrado un verdadero interlocutor para las negociaciones, de modo que su lucha armada prosigue y la paz sigue siendo un sueño distante.
¿Y si el sionismo no es colonialismo, sino más bien la profunda conexión de un antiguo pueblo con su patria histórica, natural y prometida? ¿Y si el verdadero colonialismo es el expansionismo árabe, que impugna un Estado Judío sobre 1/520 de la superficie de las tierras árabes? Hace cerca de 4000 años los patriarcas del Pueblo Judío, Abraham, Isaac y Jacob, vivieron en la Tierra de Israel que D"s les había prometido a ellos y a sus descendientes para siempre. Dicha promesa fue confirmada en el Monte Sinaí y dada por D"s a través de Josué, después de la muerte de Moisés, hace más de 3300 años, cuando el Pueblo de Israel entró a la Tierra después de haber sido liberado de la esclavitud y opresión en Egipto.
Hace unos 3000 años, el Rey David proclamó a Jerusalén como la capital de la Tierra Prometida. El Pueblo Judío vivió en la Tierra de Israel durante 850 años hasta su expulsión por los invasores babilonios. Regresaron en grandes números 70 años más tarde, y permanecieron durante muchos siglos hasta ser expulsados por el Imperio Romano. A pesar del incesante antisemitismo y las persecuciones, algunas comunidades judías lograron permanecer en Israel durante el largo intervalo entre la dispersión romana y el restablecimiento del Estado Judío en 1948.
¿Y si la disputa nunca ha sido por el estado palestino sino realmente por la destrucción de los judíos y del único Estado Judío sobre la Tierra? En 1917, la Declaración Balfour, confirmada posteriormente por la ley internacional a través de la Liga de las Naciones, determinó que el Mandato Británico sobre Palestina sería el hogar nacional del Pueblo Judío, reconociendo 4000 años de conexión judía con la Tierra, y la injusticia de la destrucción del antiguo Israel por los romanos y la expulsión del Pueblo Judío.
En 1922 los británicos tomaron el 76% del territorio destinado al Estado Judío y lo asignaron a los árabes, creando al este del Río Jordán un nuevo país que llamaron Transjordania y después sería conocido como Jordania, que hoy tiene una mayoría palestina.
En 1947, las Naciones Unidas aprobaron el establecimiento de dos estados, uno árabe y otro judío, al oeste del Río Jordán, en el 24% restante del territorio asignado originalmente por la comunidad internacional al Estado Judío. A pesar de esta reducción territorial, los judíos aceptaron la oferta, que fue rechazada por los árabes. Ése fue el comienzo de una larga historia de rechazo árabe.
Y así, en 1948, el Estado de Israel que acababa de renacer fue invadido por ejércitos árabes de Egipto, Líbano, Irak, Siria y la Legión Árabe, todos los cuales dejaron bien en claro que pretendían destruir el minúsculo Estado Judío en su nacimiento, y masacrar a sus ciudadanos, muchos de los cuales eran sobrevivientes del Holocausto.
Israel sobrevivió la guerra, y entre 1948 y 1967 la Margen Occidental y la Franja de Gaza estuvieron en manos árabes y no hubo ninguna "ocupación" de dichos territorios. Si la causa del conflicto árabe israelí es la "ocupación" de la Margen Occidental y la Franja de Gaza, ¿por qué ardió sin cesar el conflicto durante esos años, persistiendo el rechazo árabe a reconocer a Israel y hacer la paz con su vecino judío? ¿Por qué a mediados del 1967, justo antes de la Guerra de los Seis Días, y antes de que la Margen Occidental y Gaza cayeran en manos judías, los líderes árabes llamaron a la destrucción de Israel? ¿Qué "ocupación" estaba en debate?
Durante los 19 años en que Jordania controló la Margen Occidental y Egipto la Franja de Gaza, el mundo árabe tuvo la oportunidad de establecer otro estado palestino en esos territorios, y eligió no hacerlo. ¿Por qué? Si el conflicto es sobre el estado palestino, entonces, ¿por qué no se habló de ese estado durante dichos 19 años? Después de la Guerra de los Seis Días, Israel trató inmediatamente de iniciar negociaciones con el mundo árabe acerca del futuro político de la Margen Occidental y de Gaza. La respuesta de todos los países árabes llegó desde la Conferencia de Jartum el 1º de septiembre de 1967, en la forma de los infames tres nos: "No a la paz, no a las negociaciones, no al reconocimiento". Y así, cuando en el año 2000 en Camp David Yasser Arafat rechazó sin hacer una contraoferta, la propuesta israelí del 95% de la Margen Occidental y Gaza así como una compensación territorial por el 5% restante, su rechazo fue totalmente consistente con el rechazo árabe a cualquier presencia judía.
Si el conflicto árabe israelí es acerca de un estado palestino, siempre ha existido la solución obvia de dos estados que viven en paz uno junto al otro. El conflicto es más fundamental, y por lo tanto, aún más difícil de resolver, y se trata realmente del rechazo árabe a la presencia y existencia misma de un Estado Judío, y probablemente a los judíos en general, en Oriente Medio. Y así la Carta de Hamas llama al asesinato de todos los judíos, en todo el mundo. Y las raquetas de Gaza siguen haciendo blanco contra civiles israelíes, incluso después de la evacuación israelí. Y las amenazas de genocidio y de un segundo Holocausto, junto a la negación del primero, emanan desde Irán. Y el mundo árabe está inundado del antisemitismo más rabioso y pernicioso.
¿Y si la guerra dirigida contra Israel es realmente la guerra mundial de la tiranía fundamentalista contra la libertad y la democracia? Entonces efectivamente, todos aquellos que creen, con las mejores intenciones, que están defendiendo a una víctima vulnerable, están, de hecho, siendo cómplices de una de las peores injusticias de la historia de la civilización humana. Se habrán puesto del lado de las fuerzas de la muerte y la destrucción, del miedo y del prejuicio. ¿Y si el mundo está tomando partido contra el único bastión de libertad y democracia en Oriente Medio, poniéndonos en peligro a todos, porque el destino de los judíos suele ser un signo que presagia el futuro? Hitler persiguió primero a los judíos, y después atacó al mundo. Los atentados suicidas empezaron en Jerusalém, y de allí emigraron a Nueva York, Bali, Madrid, Londres y Nairobi.
Necesitamos claridad para entender estos tiempos tumultuosos. Necesitamos también una visión de paz y reconciliación entre árabes y judíos. El conflicto en Oriente Medio es entre hermanos, y ésa es la verdadera tragedia. Somos todos hijos de Abraham; los judíos son los hijos de su hijo Isaac, y los árabes, de su hijo Ismael. El Talmud nos dice que, aunque los hijos de Abraham lucharon durante muchos años, cuando Abraham fue enterrado en Hebrón, Isaac e Ismael se reconciliaron en su tumba. Roguemos a Dios merecer ver el día en que una vez más un hermano se reconcilie con el otro en Oriente Medio.
¿Cuántos no hubieran querido que la Tierra fuera plana para imponer sus ideas por encima de la realidad? ¿Cuántos no querrían ahora que Israel fuera destruido para saciar su odio? No lo consiguieron aquellos porque era imposible. No lo conseguirán estos porque es aun más imposible.

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