¿Alguien esperaba otra cosa?
El fiscal retira la acusación y evita que Otegi pueda ir a la cárcel
Otegi logra el perdón de la Fiscalía tras una jornada de burla a la Justicia
El viaje de Otegi a Madrid se convirtió en un periplo que terminó casi diez horas después de lo previsto, eso sí, en avión oficial.
F. Velasco
Madrid- Las «visitas» de Arnaldo Otegi a la Audiencia Nacional siempre levantan un gran revuelo, y la cita que el portavoz de la ilegalizada Batasuna tenía ayer ante el tribunal para responder por un presunto delito de enaltecimiento del terrorismo no era una excepción. Pero ni al más retorcido guionista de Hollywood se le hubiera ocurrido imaginar que el viaje de Otegi desde el País Vasco a Madrid iba a convertirse en una odisea con tintes de sainete, en la que se mezclaron el temporal de nieve, una orden de detención, una sesión «nocturna» e incluso un viaje en un avión que hasta hace poco utilizaba una banda de narcotraficantes. Y todo para que, al final, la Fiscalía retirara la acusación contra Otegi, que a falta de otras partes acusadoras, quedara libre sin ningún cargo. Minutos después de las ocho de la tarde comenzaba el juicio contra el portavoz de Batasuna, casi ocho horas después de lo previsto. Y lo hacía con Otegi vigilado por dos policías nacionales. Ni el más mínimo asomo de nerviosismo. Durante una hora tuvo tiempo más que suficiente no sólo para insistir reiteradas veces que en ningún momento elogió a la banda terrorista ETA durante el homenaje a la etarra Olaia Castresana, sino que, con la complacencia del fiscal, con preguntas que lo facilitaban, realizó un auténtico alegato político sobre los parabienes de la independencia del País Vasco y la «oportunidad» que existe en estos momentos de «solucionar» el «conflicto». El interrogatorio del fiscal fue tal que ni siquiera la abogada de Otegi, Ione Goiricelaya, necesitó realizar pregunta alguna. Todo estaba más que decidido. Sobre sus manifestaciones en el cementerio de Polloe (San Sebastián) durante el «homenaje civil» a la etarra Castresana –que murió en Torrevieja cuando manipulaba una bomba–, Otegi insistió por dos veces en que, «en absoluto» elogió ni exaltó el terrorismo de ETA, ni tuvo intención alguna de «alabar el compromiso de militancia en ninguna dirección y de una determinada persona», en referencia a la terrorista fallecida. Su referencia y elogio a los «guadaris» que murieron en la lucha por la independencia sólo era parte de una «valoración política de lo que no dejaba de ser una tragedia personal, la muerte de una joven de 22 años». «No había ninguna intención de alabanza a ETA». Sus palabras fueron siempre, aseguró, «en términos políticos» y con el objetivo de reivindicar el derecho de autodeterminación del País Vasco y «plantear un problema objetivo que tiene que solucionarse en términos democráticos». Las justificaciones del fiscal En cuanto a Olaia Castresana, cuyo féretro con el anagrama de ETA portó, aseguró que no tenía la «certeza absoluta» de que fuese miembro de la banda. De hecho, dijo que ni siquiera era «consciente» de la existencia del citado anagrama terrorista, porque «no me fijo en esas cosas». Y, además, «también he portado féretros con banderas de UGT y del PSOE y no por ello tengo que comulgar» con sus ideas. Sus explicaciones convencieron del todo a un fiscal que pidió tiempo para explicar porqué ahora no considera sus manifestaciones delictivas. Había que justificar el cambio radical de criterio. Y encontró la solución en el «contexto», las «circunstancias» en que se produjeron esas declaraciones, durante unas exequias, «donde las emociones están desbordadas». Todo ello le llevaron a concluir que las referencias a los «gudaris» o que muchos jóvenes entienden su «compromiso político» a través de la «lucha» armada no formaban parte más que de una «manifestación autocomplaciente» por parte de Otegi. En esas circunstancias, insistió, no existe dolo en esas manifestaciones porque «ni se sabe ni se quiere cometer el delito» de exaltación del terrorismo. Por todo ello, «no desborda lo que es una opinión, que puede ser resultar deplorable, deleznable o irritante, pero nada más». Y ahí acabó su informe. Antes, el portavoz batasuno aprovechó el escenario que le brindaba una repercusión pública como en sus mejores actos propagandísticos. Y como nadie se lo impedía, utilizaba cualquier pregunta del fiscal para lanzar sus «propuestas de paz», que pasan por el derecho de autodeterminación, sin tener el más mínimo reparo de aludir incluso al Rey. «Mi propuesta y la de la izquierda abertzale plantea el derecho fundamental (de autodeterminación), que por cierto, el Rey de España reconoció en Argel para el pueblo saharaui», y de contar «con un Estado independiente y socialista». Eso sí, en ningún momento aludió a la «lucha armada», sino en «convencer a la ciudadanía». Este discurso, con distintas frases y mismo argumento, lo repitió varias veces, sin cortapisas de ningún tipo. Y a las nueve y cuarto de la noche, nada más acabar el fiscal con su informe, el presidente del Tribunal, Fernando Bermúdez de la Fuente, hacía que Otegi se levantase por primera vez de su silla y ponía el punto final al juicio que al final no fue tal, al retirarse contra él la única acusación que existía, la del Ministerio Público. «Nada tiene este tribunal contra usted. Queda usted en libertad». Y el portavoz batasuno, que salió de su domicilio esposado y llegó a la Audiencia Nacional bajo vigilancia policial, abandonó la sede judicial tranquilamente al lado de su abogada. Una acusación menos que aclara un poco el horizonte penal de quien se ha considerado interlocutor importante en el denominado «proceso de paz». Detención y avión privado Antes de llegar a esta situación, Otegi, quizás porque días antes había asegurado que la sentencia «estaba dictada», protagonizó toda una odisea que acabó con la detención en su propio domicilio. Antes, la Sala rechazó la pretensión de la Fiscalía de suspender el juicio. La cita de las diez y media de la mañana, pues, se mantenía. Sin embargo a esa hora sólo se encontraban en la sala los tres magistrados que forman el Tribunal, el fiscal Fernando Burgos y la abogada de Otegi, Jone Goiricelaya, quien explicaba a los magistrados que Otegi no acudiría a la vista porque se quedó «atrapado» por la nieve a la altura de Miranda de Ebro (Burgos) y no pudo continuar el viaje hacia Madrid. La Jefatura de Tráfico se encargó de tirar abajo esa excusa y ante ello, la Sala, de forma inmediata dictaba orden de detención y traslado inmediato a la Audiencia. Sobre las cinco menos cuarto, la Guardia Civil localizó y detuvo al portavoz batasuno en una vivienda situada en el número 5 de la calle Santa Ana de Elgoibar (Guipúzcoa). Otegi fue conducido a Bilbao, a cuyo aeropuerto la Policía había enviado el avión que debía recogerle y trasladarle de urgencia a Madrid. Para que no faltara ningún ingrediente en este «culebrón», el aparato elegido fue un reactor incautado recientemente a una banda de narcotraficantes, que aterrizó en el madrileño aeropuerto de Cuatro Vientos sobre las siete y media de la tarde. Lo que ocurrió después ya se sabe.
Impunidad de Otegi y complicidad de la fiscalía
Si hace dos días denunciábamos la bochornosa insistencia con la que la "Fiscalía" volvía a alinearse con los abogados defensores de Batasuna para pedir un infundado aplazamiento en el juicio contra el dirigente proetarra Arnaldo Otegi por un delito de enaltecimiento del terrorismo, hoy tenemos que denunciar la infamia perpetrada por el gubernativo "Ministerio Fiscal", el cual, al ver nuevamente rechazadas sus pretensiones de aplazamiento, ha optado directamente por retirar su acusación, lo que supone la imposibilidad de celebrar el juicio y, por tanto, la impunidad de ese canalla.
Desde aquí, y tal y como ya hicimos con ocasión de la excarcelación de De Juana, lo primero que queremos expresar es nuestra solidaridad a todas las víctimas del terrorismo y hacer nuestro su sufrimiento al ver cómo quedan impunes las palabras de enaltecimiento de sus verdugos, que Otegi profirió con ocasión del entierro de una etarra, fallecida mientras manipulaba una bomba en un apartamento de Torrevieja. No caben ahora mortificaciones por parte de las víctimas por no haberse personado en esta causa, sino comprender el hecho terrorífico, orweliano, pero real, de que con este Gobierno el lenguaje y las instituciones son y representan lo contrario de lo que debería ser.
La propia tomadura de pelo del "intocable" Otegi de no presentarse y tener que ser llevado detenido ante el Tribunal que, si no es por la "fiscalía", debía haberlo juzgado, no obedece más que a una nueva muestra de confianza del proetarra –una más– en el servil "Fiscal General del Estado", plegado a la "política" de apaciguamiento colaboracionista que, desde el primer momento, viene practicando el Gobierno del 14-M.
Este histórico y nauseabundo comportamiento de la fiscalía, aun siendo el más grave, no es sino un paso más de los que ya ha dado quien, como Cándido Conde Pumpido, no le importa "ensuciarse la toga con el polvo de camino" por una falsa "paz" con ETA, para la que también ya pidió que la "ley no sea obstáculo". El subordinado y obediente fiscal de la Audiencia que ha ejecutado esta última tropelía es el mismo que sustituyó al ejemplar fiscal que fue apartado en el "caso De Juana" por negarse a solicitar la rebaja penal que le ordenaban sus superiores.
En cuanto a José Luis Rodríguez Zapatero, máximo responsable de toda esta histórica humillación del Estado de Derecho que implica su felón, falso y, desde el atentado de Barajas, acelerado "proceso de paz", sólo podemos dedicarle nuevamente nuestro justificado desprecio. Hoy ha dado nueva muestra de su cinismo al afirmar que la Ley de Partidos se cumplirá "al pie de la letra". Como si no se hubiera incumplido ya con los proetarras del PCTV. Como si no la incumplieran todos los días de la semana los propios batasunos.
La desfachatez del presidente del Gobierno ha sido en esta ocasión especialmente evidente pues, mientras Zapatero pronunciaba sus hipócritas compromisos de observancia de la legalidad, los titulares de Batasuna burlaban, un día más, la sentencia de ilegalización, que también les prohibía su actividad pública. Han repartido 40.000 ejemplares de un periódico de ocho páginas con sus propuestas para la capital vizcaína y sus próximas convocatorias, incluida la del BEC, en Baracaldo, el próximo día 31 de este mes, en lo que supone un claro acto electoral.
¿Qué creen los lectores que estaba haciendo mientras tanto la Fiscalía del Estado? Pues, lo dicho, preparar la impunidad de Otegi.
http://www.libertaddigital.com
El sainete de Otegui nos ha costado 467.513 euros
El sainete organizado por el proetarra Arnaldo Otegui nos ha costado casi medio millón de euros al bolsillo de los españoles. O lo que es lo mismo, la friolera de casi 78 millones de las antiguas pesetas según datos policiales a los que ha tenido acceso Periodista Digital.
La espantada del líder abertzale ha supuesto, según cálculos policiales, un gasto de 467.513 euros, es decir 77.787.618 de las antiguas pesetas. Eso es lo que nos ha costado al conjunto de españoles todo el teatrillo montado por el proetarra Arnaldo Otegui. A saber: llama a la Audiencia Nacional y dice que no puede ir por culpa del temporal de nieve y el Estado, y aquí empieza a actuar la maquinaria del Estado.
La Audiencia Nacional dio orden de llevar por la fuerza a Otegui ante el tribunal y la actuación costó, según cálculos policiales a los que ha tenido acceso Periodista Digital, casi medio millón de euros.
TANTO DINERO... PARA NADA
En los gastos se incluye el traslado de urgencia de efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad al domicilio de Otegui, el avión privado que le trasladó a Madrid, la vigilancia policial tanto en la Audiencia Nacional como de todo el proceso, dejar la Audiencia Nacional abierta fuera del horario usual y las medidas de seguridad correspondientes.
Y todo para nada, para que acabe saliendo en libertad. El último desplante de Otegui lo hemos pagado todos a precio de oro. Desde el Sindicato Unificado de la Policía (SUP) se muestran contrariados con semejante derroche, y aunque se muestran cautos alegando que los policías "en estos casos estamos para servir a los tribunales" no evitan mostrar su indignación:
"Si por nosotros fuera todo ese dinero estaría empleándose en mantener a Otegui en la cárcel, que es donde debería estar".
Puestos en contacto con la Guardia Civil, por el momento no ofrecen opinión alguna ante esta broma pesada del Estado al bolsillo de los ciudadanos, y lo mismo ocurre en el Ministerio de Interior, donde prefieren meditar la respuesta, en caso de que la den, y aplazan la posibilidad de dar declaraciones.
ANIVERSARIO DEL FALSO "ALTO EL FUEGO"
Hoy se cumple un año de la declaración de alto el fuego permanente de ETA con un escándalo, el de la anulación del juicio a Otegi forzada por el fiscal general del Estado, que retrata la claudicación del Gobierno ZP ante ETA y sus compinches.
Como subraya Ignacio Camacho en ABC, en una columna titulada "Genuflexión", la trémula, mendicante ansiedad con que el Gobierno espera desde hace días un comunicado de ETA que le saque del atolladero en que se metió al excarcelar a De Juana Chaos representa el síntoma más nítido de hasta qué punto es la banda la que marca los tiempos y el compás de ese «Proceso» que Zapatero ha convertido ya en el objetivo único de la legislatura:
Un año y tres muertos después del alto el fuego, la irresponsable debilidad del Ejecutivo ha colocado en las manos de los terroristas la potestad de acabar con él o aplicarle una mascarilla de oxígeno que alivie su asfixia política. Pero resulta ignominioso implorársela de este modo.
EL TEATRILLO DE LA AUDIENCIA NACIONAL
La retirada de acusación contra Arnaldo Otegi no sólo ha provocado su absolución del delito de enaltecimiento del terrorismo, sino que ha sentado el precedente más diáfano para la impunidad que exige ETA para sus dirigentes y militantes.
Conde-Pumpido estaba predispuesto a esta decisión, aunque la Fiscalía de la Audiencia Nacional presionó hasta lo intolerable para que fueran los magistrados quienes le hicieran el trabajo sucio de quitar de en medio este molesto juicio, por lo menos hasta después de que ETA emitiera el supuesto comunicado que habría de justificar el empeño de Zapatero por negociar con los terroristas.
Los jueces no se han plegado, han cumplido con su deber. La Audiencia no está para tonterías y ordenó la inmediata detención de Otegui y su traslado por la fuerza, después de que el líder batasuno se negase a viajar a Madrid alegando que habia "temporal".
Esto obligó al fiscal a asumir la plena responsabilidad de sus actos, con una retirada de acusación que es un escarnio a la Justicia, una ofensa a las víctimas y una conducta que merece una explicación en todos los ámbitos pertinentes.
A LAS 20.15 H SE INICIÓ EL JUICIO
Durante su declaración, que se inició a las 20:15 horas, Otegui negó haber enaltecido a ETA durante el homenaje ofrecido a la etarra muerta cuando preparaba una nueva bomba en Torrevieja (días antes había asesinado a una niña con otra bomba) y aseguró que se limitó a hacer un "discurso político".
A falta de acusación, retirada por la Fiscalía, a los jueces no les quedó más remedio que dejar a Otegi "irse de rositas".
El Gobierno socialista es el responsable directo de la decisión de Cándido Conde-Pumpido, y éste lo es de haber sumido a la Fiscalía en un desprestigio histórico, implicando a una institución creada para defender la legalidad en una estrategia política de un Ejecutivo y de un partido, permitiendo la impunidad de quien ya ha demostrado ser terrorista y está procesado por seguir siéndolo en grado dirigente.
El Gobierno ZP ya no puede decir que no ha pagado un precio político a ETA. En los últimos dos meses, urgido por la caída en picado de las encuestas, el Gobierno socialista se ha puesto de rodillas ante las exigencias de ETA.
LAS CESIONES DEL GOBIERNO
Primero sacando a De Juana de la cárcel, después manteniendo la ambigüedad sobre el futuro de Navarra y, por último, de momento, obligando a la Fiscalía al surrealista, humillante, escandaloso papelón de exonerar a Otegui de sus cuentas pendientes con la justicia. Pero mientras más humilla la cerviz, más crédito pierde.
La forma en que el presidente ha conducido las cosas revela una alarmante pérdida simultánea de iniciativa y de pudor. A más presión, menos recato.
Con la bomba de Barajas, la banda dejó claro a Zapatero hasta qué punto estaba a merced de que otro atentado mortal hiciera saltar por los aires su mandato. Como escribe Camacho:
Los vergonzosos días de silencio en Doñana y el indigno ninguneo de las víctimas ecuatorianas delataron a un gobernante noqueado, incapaz de sobreponerse a la evidencia de que había extraviado el control de la situación... si es que alguna vez lo tuvo. Y ahora, consumada la vergonzosa genuflexión ante Otegui en la Audiencia, la previsible hoja de ruta apunta a una secuencia temporal en la que el Gobierno continúa dependiendo de la voluntad de los terroristas.
A LA ESPERA DEL GESTO DE ETA
Gesto etarra, paso libre a las listas batasunas en las elecciones... y a esperar que antes de las generales la banda baje el siguiente escalón. Pero con esta política de apaciguadora mendicidad, la opinión pública está recibiendo demoledores mensajes de entreguismo que mantienen activa la «rebelión cívica» de millones de ciudadanos que sienten burlada la resistencia civil de todos estos años de sufrimiento.
La sensación de que existe un mapa oculto de compensaciones mutuas, cuyo cumplimiento se reserva discrecionalmente ETA a tenor de la marcha de los acontecimientos, se está imponiendo de forma demasiado inquietante.
Porque si algo ha quedado demostrado en este año de tregua irreal -una «tregua» con muertos, kale borroka e impuesto revolucionario- es que ETA no ha dejado en ningún momento de ser ETA ni de comportarse como se espera de ella. Y en cambio, el Gobierno sí ha renunciado a su obligatoria condición de defensor del orden, la legalidad y la justicia reclamada por cuatro décadas de sinrazón, dolor y sangre que de ninguna manera merecen un final a la medida de quienes los han provocado.
Es una infamia sólo puede dirimirse en las urnas y la ciudadanía no debe olvidar que este 27 de mayo tiene una buena ocasión para pronunciarse. Y en toda España.
http://www.periodistadigital.com/
Zapatero y su banda siguen pagando sus deudas de sangre.
Etiquetas: La España de Torrente
4 comentarios:
Como odio la impunidad. Pasa en Argentina, pasa en España. Maldita sea la impunidad, enemiga de la democracia y la justicia.
CASTIGO PARA EL TERRORISTA ORTEGUI! NI OLVIDO NI PERDÓN!
De Anónimo, A las 3/22/2007 2:19 p. m.
el tipo de la foto que pegaste arriba,es igualito a Haim RAMON(un degenerado sexual que perdio su cargo de ministro de justicia en el gobierno de Olmierd)
De Anónimo, A las 3/22/2007 8:58 p. m.
No, no esperaba otra cosa, pero lo cierto es que no por esperado, deja de dar mucho asco.
Yo, que aspiro a ser algún día, miembro del Ministerio Fiscal, siento una profunda tristeza, por que el Misnisterio Fiscal, es cada día una institución más desprestigiada, gracias al bueno de Pumpido, me da asco la retirada de cargos contra Otegui, asco, rabia y pena.
Un Saludo
De HEYDY, A las 3/23/2007 10:39 a. m.
pues este es el lider de Batasuna, brazo político de ETA. Así que ...
De pacobetis, A las 3/26/2007 8:55 p. m.
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