Larga vida al Heavy Rock
Cientos de aficionados al heavy metal se reunieron en Marruecos este fin de semana en el mayor festival de esta tendencia musical en el norte de África, desde que un grupo de 'heavys' fueran encarcelados hace cinco años acusados de "satanismo".
Desafiando los insultos de los islamistas y a la lluvia, jóvenes vestidos con vaqueros negros, con barbas de chivo y rastas caminaron con paso fuerte hacia la cavernosa sala de conciertos en la localidad de Sidi Kacem, en el norte de Marruecos.
Cuando el primer grupo, Hammerhead, comenzó los arreglos para tocar, un pequeño Fiat aparcó fuera del hall y dos policías salieron del vehículo... "Está bien", dijo el organizador Yassine Ould Abbou. "Sólo están aquí para comprobar la seguridad", aseguró.Unos acordes de guitarra marcaron el inicio del concierto que fue recibido por miradas atemorizadas de los hombres y mujeres en el exterior.
A veces se les impide tocar pensando que son satánicos. "La mayoría de la gente en este pueblo nunca ha visto un guitarra eléctrica", afirmó Yassine, quien expresó su deseo de duplicar los 500 espectadores que asistieron al último concierto.
El espectáculo comenzó con sólo unas docenas de asistentes que brincaban y chiflaban pero los organizadores aseguraron que la asistencia llegó a ser de 600 a 700 personas.
Muchos de los músicos coincidieron en que era una lucha constante ser un roquero en un país musulmán, donde los reyes ostentan un poder supremo."El mayor problema es encontrar un lugar donde tocar", afirmó la integrante del grupo Xenophiliya, uno de los convocados, Khalid Lamnour quien aseguró que a veces se les impide tocar pensando que son satánicos pero que esa gente no conoce de verdad su música.
Once jóvenes marroquíes fueron condenados en 2003 por distribuir material que "socava la buena moral" y por hacer que "la gente escuche con malas intenciones canciones que están en contra de la moral e incitan a la depravación".
Tres de ellos fueron sentenciados a un año de prisión por "utilizar métodos seductores con el propósito de socavar la fe musulmana", lo que dio inicio a las protestas de muchos grupos de derechos humanos."Estas personas no fueron los primeros metaleros marroquíes pero fueron sacrificados por el Gobierno para poner un ejemplo", afirmó Anas Tabouti, asistente y participante en el concierto.
Desafiando los insultos de los islamistas y a la lluvia, jóvenes vestidos con vaqueros negros, con barbas de chivo y rastas caminaron con paso fuerte hacia la cavernosa sala de conciertos en la localidad de Sidi Kacem, en el norte de Marruecos.
Cuando el primer grupo, Hammerhead, comenzó los arreglos para tocar, un pequeño Fiat aparcó fuera del hall y dos policías salieron del vehículo... "Está bien", dijo el organizador Yassine Ould Abbou. "Sólo están aquí para comprobar la seguridad", aseguró.Unos acordes de guitarra marcaron el inicio del concierto que fue recibido por miradas atemorizadas de los hombres y mujeres en el exterior.
A veces se les impide tocar pensando que son satánicos. "La mayoría de la gente en este pueblo nunca ha visto un guitarra eléctrica", afirmó Yassine, quien expresó su deseo de duplicar los 500 espectadores que asistieron al último concierto.
El espectáculo comenzó con sólo unas docenas de asistentes que brincaban y chiflaban pero los organizadores aseguraron que la asistencia llegó a ser de 600 a 700 personas.
Muchos de los músicos coincidieron en que era una lucha constante ser un roquero en un país musulmán, donde los reyes ostentan un poder supremo."El mayor problema es encontrar un lugar donde tocar", afirmó la integrante del grupo Xenophiliya, uno de los convocados, Khalid Lamnour quien aseguró que a veces se les impide tocar pensando que son satánicos pero que esa gente no conoce de verdad su música.
Once jóvenes marroquíes fueron condenados en 2003 por distribuir material que "socava la buena moral" y por hacer que "la gente escuche con malas intenciones canciones que están en contra de la moral e incitan a la depravación".
Tres de ellos fueron sentenciados a un año de prisión por "utilizar métodos seductores con el propósito de socavar la fe musulmana", lo que dio inicio a las protestas de muchos grupos de derechos humanos."Estas personas no fueron los primeros metaleros marroquíes pero fueron sacrificados por el Gobierno para poner un ejemplo", afirmó Anas Tabouti, asistente y participante en el concierto.
Una muestra más de como el islam está contra la libertad, venga de donde venga. Aunque reconozco que eso no es patrimonio de los musulmanes, por aquí también tenemos lo nuestro. No hay más que ver la reacción de algunos lectores de Libertad Digital ante el hecho de que esta web considere la despenalización del cannabis como una propuesta liberal.
El caso es prohibir, impedir que cada cual oiga la música que le apetezca o se meta en el cuerpo (sea por el orificio que sea) aquello que le alegre la vida. Y me da igual si hablamos de hachis, jamón, whisky o cualquier aparatito erótico-festivo. ¡Allá cada uno con nuestras virtudes y nuestros vicios!
Etiquetas: Islamofascismo, Noticias desde eurabia
4 comentarios:
what are they doing
De Ben, A las 2/26/2008 10:55 a. m.
una mina desde malasia... mira vos que cosmopolita que te has puesto ... tio paco.
noralicia
De Anónimo, A las 2/27/2008 2:21 a. m.
pues fijate que sí, hay que estar abierto a todo y así me voy haciendo con la zona (mi "jefa" quiere que el próximo viaje sea a Vietnam). de todas formas no se como ha llegado aquí (he visto su blog con fotos de la niña) ni que me pregunta exactamente ¿qué están haciendo? ¿quienes? ¿los rockeros? en fin bienvenida sea la moza.
De pacobetis, A las 2/27/2008 1:13 p. m.
lo que veo es que es musulmana
tiene cubierto su cabeza...mmm
De Anónimo, A las 2/27/2008 11:05 p. m.
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