¡Jag Pesaj Sameaj!

Pesaj: el Festival de la Libertad, la festividad en la que el pueblo judío conmemora la salida de sus antepasados del imperio Egipcio. Sin embargo Pesaj es más que una historia bíblica, es una celebración rebosante de significado personal, y un simbolismo espiritual muy rico...

El motivo central de la festividad de Pésaj es la libertad ("jerut"). Pero la libertad no es un fin en sí mismo. No en vano, el Pueblo de Israel ha debido permanecer por mucho tiempo en un país donde un enorme poder se concentraba en manos de unos pocos, el monarca se adjudicaba rango divino y la gente común vivía oprimida. Por haber experimentado la injusticia en carne propia, aspiraba ese pueblo a construir una sociedad más justa.

Todo sobre la festividad de Pesaj

Pero desde hace 64 años hay algo más que conmemorar en Pesaj. Hay que recordar con rabia y orgullo el levantamiento del Gheto de Varsovia. Hay que honrar la memoria de aquellos que con poco más que sus manos plantaron cara a los nazis, haciéndoles pagar con sangre su maldad. Casi todos murieron, el ghetto fue arrasado. Pero su grito por la libertad, su ejemplo de combate no fue inútil. Apenas cinco años después nacía el nuevo Estado de Israel imbuido del espiritu de lucha que animó a los combatientes del ghetto. Al igual que ellos sabía que se trataba de "todo o nada". Pero esta vez sería todo. Israel venció.

A continuación la última carta de Mordejai Anielewicz (Comandante del Levantamiento del Ghetto de Varsovia. Dirigió personalmente los ataques contra los nazis. Fue asesinado el 8 de mayo de 1943):

“Ahora es evidente que todo lo sucedido es mucho más grave de lo que anticipáramos. Hicimos lo imposible para hacer frente a los alemanes. Pero nuestras fuerzas se agotan. Estamos en el umbral del olvido. Dos veces obligamos a los alemanes a replegarse, pero han vuelto con más efectivos.
Uno de nuestros grupos resistió minutos; otro peleó durante seis horas. La mina que plantamos en la zona de la fábrica de cepillos explotó. Luego atacamos a los alemanes y les infligimos ciertas pérdidas, mientras que las nuestras fueron reducidas. También esto es un logro. Caí junto a esta ametralladora. Siento que nos hemos atrevido a hacer cosas importantes, de enorme valor. ...
…No puedo describirles las condiciones en que viven ahora los judíos del Ghetto. No es posible que más que un puñado resista semejantes condiciones.
El resto morirá, tarde o temprano. Su destino ha quedado sellado. Porque aunque hay millares escondidos en recovecos y ratoneras, no hay en esos lugares aire suficiente ni para encender una vela. Ustedes, que están afuera, considérense benditos. Quizás logremos ser testigos de otro milagro.
Pero es sumamente dudoso. La última aspiración de mi vida se ha cumplido. La resistencia armada judía es un hecho. La autodefensa judía y la venganza judía son una realidad. Soy feliz y estoy satisfecho de haber sido uno de los primeros combatientes del Ghetto. ¿De dónde vendrá la salvación?”

Y, gracias a Andrés por la traducción del Yidish al castellano, el himno de aquellos valientes jovenes combatientes:

Nunca digas que esta senda es la final,

porque el cielo gris cubrió la luz del sol.

El momento tan ansiado llegará

y el sonar de nuestra marcha escucharán.

El clamor por tanta angustia y el dolor

desde el trópico hasta el polo sonará,

y al regar con sangre nuestra heredad,

la esperanza fuerte y pura crecerá.

No es un canto alegre, es canto de fusil,

no es tampoco pájaro de libertad,

es canción de un pueblo obligado a sufrir,

que con sangre y plomo el verso escribirá

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Pesaj en el Ghetto de Varsovia

Palabras desde la Shoa

A todos mis amigos judíos:

¡Jag Pesaj Sameaj!