Los niños y Auschwitz

En los colegios se celebra el 30 de enero el día de la Paz y como suele ocurrir en estos casos se banaliza y se reduce a pintar palomitas de la paz, "comerles el coco" a los niños con aquello tan socorrido del "no a la guerra" y a "cualquier tipo de violencia", venga de donde venga. Y ¡tan contentos", se iguala al asesino con la víctima, al agresor con el que intenta defenderse, ....

Yo, como comprendereis, me niego a caer en esa barbaridad y siempre intento mostrarles a mis alumnos algo más. Les hago ver que si no nos defendemos estaremos permitiendo que los malvados acaben no solo con nosotros sino también con todos aquellos que dependen de nosotros, con aquellos que no pueden defenderse por si solos y ponen su confianza en nuestras manos. Les enseño que tenemos el derecho a defendernos, pero también la obligación de hacerlo.

Aunque ya lo había hecho anteriormente, este año les he mostrado en toda su crudeza lo que fue la Shoah, les he explicado el como sucedió, quien perpetró tal abominación y quien, en nombre de la "paz", no hizo nada para impedirlo.

Han visto fotos, han buscado información en Internet y les he mostrado el vídeo que puse en un post anterior. Se que para ellos ha sido muy duro, tienen 10 y 11 años. Sus caras mostraban todo lo que cualquier persona sana tiene que sentir ante esas imágenes, ante ese horror.

La pregunta que me repetían una y otra vez es ¿por qué?

¿por qué ese odio a los judíos?
¿por qué ese empecinamiento en la matanza?
¿por qué esa maldad absoluta?
y una pregunta muy significativa:

¿por qué Israel lo permitió y no atacó a los nazis para proteger a los judíos de Europa?

Ahí si pude contestarles diciéndoles que el Estado de Israel aún no existía, que ahora todo sería distinto. Porque gracias a Israel
MATAR JUDÍOS NO SALE GRATIS.

Veo las caras de los niños de las fotos y veo la de los chavales de mi colegio, las de mis sobrinos, la de mi hijo cuando era pequeño,.... y la sangre me hierve a borbotones, siento tristeza pero también mucho odio hacia quienes hicieron aquello y hacia quienes les dejaron hacer. Y siento que algo así podría repetirse porque hay suficiente gente malvada como para hacerlo y suficientes imbéciles como para permitirlo.
Los que lo tenemos claro debemos luchar para evitarlo y transmitirles a los niños, a nuestro futuro, que jamás puede volver a suceder.

Los he dejado que mediten y digieran el tema. Mañana hablaremos.