¡Liberado!
Al volver al trabajo he comprobado que no todos lo hacíamos. Un compañero ha conseguido por fin, después de mucho intentarlo, lo que era su gran ilusión: convertirse en un "liberado" de su partido (el PSOE, por supuesto). Así que ya no tendrá que aguantar niños ni enguarrarse con las tizas. A cambio se ha convertido en uno de los "hombres de confianza" (hay varios, como era de esperar) del grupo municipal socialista en mi ciudad. A pregunta de una compañera a su mujer (también compañera del cole) sobre cual sería su labor en el ayuntamiento ella contestó con total sinceridad (y caradura): leer el periódico y rascarse las pelotas.
¡Ole tus cojones, Jesús! has conseguido ser uno más de los muchos que viven del cuento a costa de los carajotes que pagamos impuestos.
Etiquetas: Desde las profundidades, La España de Torrente
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