Descansa en paz compañero
Ante lo que le ha sucedido a Antonio Puerta uno se queda sin palabras y, sobre todo, sin ánimos para decir nada. La vida nos prepara para la muerte propia y ajena. Todos hemos perdido a seres queridos que van quedando en la memoria. Pero cuando el que muere tiene 22 años y un futuro inmenso por delante no hay nada que nos haya podido preparar para asimilarlo. Me temía que el desenlace sería este pero cuando ayer conocí la noticia que quedé frío, como si hubiera muerto alguien mio. Y en el fondo lo era. Y de todos los aficionados al fútbol, sobre todo sevillistas y béticos. Unos porque lo adoraban como un pedazo de pelotero que era, otros porque lo maldecíamos cada vez que nos cortaba una jugada o se escapaba por la banda sembrando el pánico en nuestras filas. Todos porque lo admirábamos y lo queríamos como compañero o como rival.
Solo me queda desearle mucho ánimo a su gente que, en el fondo, somos todos: a su pareja con ese hijo que aún no ha nacido, familia, amigos, compañeros, sevillistas, béticos .... y esperar que esta desgracia sirva para que todos nos demos cuenta de hasta donde puede, y debe, llegar la rivalidad, cuales son los límites que nunca se deben traspasar.
Descansa en paz Antonio.
Etiquetas: Desde las profundidades, El refugio de las trece barras
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