Estupor mortal
El estupor mortal de Israel
Si el primer ministro israelí Ehud Olmert hubiera estado preparado y resuelto en la defensa de su nación frente a sus enemigos como él lo está en la defensa de su permanencia en el poder, Hezbollah hoy sería una reliquia deshonrada, mientras Olmert sería estimado como Dan en Beersheba. En cambio, la organización terrorista es aclamada en todas las partes del mundo árabe por su ataque a Israel el verano pasado, mientras Olmert — a pesar de sus movimientos de superviviencia en la Knesset - es tan injuriado por sus conciudadanos que según la última encuesta, el 0% de los israelíes - este no es un error de imprenta - votaría a favor de él hoy.
La encuesta sigue al informe interino de la Comisión de Winograd, un comité de “cinta azul” designado en septiembre pasado para investigar los defectos cometidos por Israel en la segunda guerra del Líbano. El informe es mordaz. Documenta en detalle la indiscutible torpeza, la ceguera testaruda, y la casi criminal falta de preparación que invadió los niveles más altos del gobierno de Israel durante la guerra y los últimos años previos a ella.
La comisión reprueba a Olmert por tomar decisiones imprudentes y no informadas, y lo juzga culpable “de un fracaso serio de su juicio referente a su ejercicio, responsabilidad, y prudencia.” Es igualmente crítico con el inepto ministro de defensa Amir Peretz, cuya incompetencia afectó a la capacidad de Israel de defenderse de los ataques de Hezbollah, y del antiguo Jefe de Estado Mayor, Dan Halutz, que nunca advirtió a sus despistados superiores que las fuerzas armadas no estaban preparadas para una ofensiva por tierra en el sur del Líbano.
Para alguien que asocia a Israel con la brillantez militar y el vigor, el informe de Winograd se convierte en una lectura insoportable.
El disparador de la guerra fue una incursión de Hezbollah, el 12 de julio pasado, a través de la frontera del Líbano, en la cual varios soldados fueron asesinados y otros dos secuestrados. Pero Hezbollah había estado preparándose abiertamente para la guerra durante seis años, después de la retirada unilateral de Israel del sur del Líbano en mayo de 2000. No haciendo ninguna tentativa de disfrazar sus intenciones, Hezbollah ocupó el territorio que Israel había abandonado, creando una red de búnkeres fortificados y de rampas de lanzamiento de cohetes, desplegando miles de misiles a lo largo de la frontera. Mientras, Israel lo observó, no haciendo nada contra esa amenaza creciente.
“Cada timbre de alarma debería haberse disparado” escribe el redactor de JPost, David Horovitz. “Pero muchos de los sistemas de advertencia estaban, literalmente o figuradamente, desconectados hace mucho tiempo. Y aquellos que trataron realmente de acentuar los inequívocos peligros inminentes a menudo eran ignorados.”
¿Cómo ha podido permanecer Israel en tal estado de autosatisfacción? ¿Qué explica tal letargo ante una amenaza mortal cada vez más peligrosa?
La respuesta, lo dice la Comisión Winograd, es que demasiados “dentro de las élites políticas y militares de Israel han alcanzado la conclusión de que Israel está más allá de la era de las guerras.” A diferencia de sus antepasados, que entendieron que el estado judío nunca tendría la paz hasta que sus enemigos decidieran postrar sus armas, la dirección israelí actual imagina que puede conseguir la paz por medio de la restricción y las retiradas.
“Ya que Israel no tuvo la intención de iniciar una guerra”, concluye el informe, “los altos funcionarios decidieron que Israel no tenía que estar preparado para una verdadera guerra.” Y que siendo así, “no había tampoco ninguna necesidad urgente de actualizar de un modo sistemático y sofisticado la estrategia de seguridad total de Israel, y considerar movilizar… todos sus recursos, políticos, económicos, sociales, militares, espirituales, culturales, y científicos para hacer cara a esos desafíos.”
Hartos de enfrentamientos, ansiando vivir normalmente, los israelíes se apaciguaron en el estupor. Estrecharon la mano a Yasser Arafat, escaparon del Líbano y expulsaron a los judíos de Gaza. Se culparon a sí mismos del odio de sus enemigos y pusieron la otra mejilla frente a los atentados suicidas y los ataques de Kassam. Trataron de ser Atenas, como señaló Ari Shavit. Pero para sobrevivir en el Oriente Medio, hasta Atenas debe actuar a veces como Esparta.
“Estamos cansados de enfrentamientos”, gimoteó Olmert en un discurso de 2005. “Estamos cansados de derrotar a nuestros enemigos.” Lamentablemente, aquellos que se cansan de derrotar a sus enemigos generalmente terminan por ser derrotados por ellos.
Dentro de las búsquedas de una nuevo liderazgo, es interesante señalar la opinión de uno de los especialistas en la teoria del juego, Robert Aumann, laureado con el Nobel de Economía y profesor de la Universidad Hebrea.
“Nos parecemos a un alpinista que es sorprendido por una tormenta de nieve,” comento Aumann en la Conferencia Herzliya de este año. “Tiene frío y esta cansado, y quiere dormir. Si se duerme, se morirá de frío. Estamos en un peligro terminal porque estamos cansados. Me permitiré decir unas palabras impopulares, pasadas de moda: Nuestra obsesión temerosa por la paz trabaja contra nosotros. Nos aleja de la paz, y pone en peligro nuestra misma existencia”.
“Los Roadmaps, la capitulación, los gestos, las retiradas, las convergencias, las deportaciones, etcétera no traen la paz. Al contrario, traen la guerra, como vimos el verano pasado.”
Con enemigos como Hezbollah, el cansancio es un lujo que Israel no puede permitirse. No sea que olvidemos también que Hezbollah es nuestro enemigo.
Autor: Jeff Jacoby
traducción: Jose Antonio - Safed-Tzfat
Si el primer ministro israelí Ehud Olmert hubiera estado preparado y resuelto en la defensa de su nación frente a sus enemigos como él lo está en la defensa de su permanencia en el poder, Hezbollah hoy sería una reliquia deshonrada, mientras Olmert sería estimado como Dan en Beersheba. En cambio, la organización terrorista es aclamada en todas las partes del mundo árabe por su ataque a Israel el verano pasado, mientras Olmert — a pesar de sus movimientos de superviviencia en la Knesset - es tan injuriado por sus conciudadanos que según la última encuesta, el 0% de los israelíes - este no es un error de imprenta - votaría a favor de él hoy.
La encuesta sigue al informe interino de la Comisión de Winograd, un comité de “cinta azul” designado en septiembre pasado para investigar los defectos cometidos por Israel en la segunda guerra del Líbano. El informe es mordaz. Documenta en detalle la indiscutible torpeza, la ceguera testaruda, y la casi criminal falta de preparación que invadió los niveles más altos del gobierno de Israel durante la guerra y los últimos años previos a ella.
La comisión reprueba a Olmert por tomar decisiones imprudentes y no informadas, y lo juzga culpable “de un fracaso serio de su juicio referente a su ejercicio, responsabilidad, y prudencia.” Es igualmente crítico con el inepto ministro de defensa Amir Peretz, cuya incompetencia afectó a la capacidad de Israel de defenderse de los ataques de Hezbollah, y del antiguo Jefe de Estado Mayor, Dan Halutz, que nunca advirtió a sus despistados superiores que las fuerzas armadas no estaban preparadas para una ofensiva por tierra en el sur del Líbano.
Para alguien que asocia a Israel con la brillantez militar y el vigor, el informe de Winograd se convierte en una lectura insoportable.
El disparador de la guerra fue una incursión de Hezbollah, el 12 de julio pasado, a través de la frontera del Líbano, en la cual varios soldados fueron asesinados y otros dos secuestrados. Pero Hezbollah había estado preparándose abiertamente para la guerra durante seis años, después de la retirada unilateral de Israel del sur del Líbano en mayo de 2000. No haciendo ninguna tentativa de disfrazar sus intenciones, Hezbollah ocupó el territorio que Israel había abandonado, creando una red de búnkeres fortificados y de rampas de lanzamiento de cohetes, desplegando miles de misiles a lo largo de la frontera. Mientras, Israel lo observó, no haciendo nada contra esa amenaza creciente.
“Cada timbre de alarma debería haberse disparado” escribe el redactor de JPost, David Horovitz. “Pero muchos de los sistemas de advertencia estaban, literalmente o figuradamente, desconectados hace mucho tiempo. Y aquellos que trataron realmente de acentuar los inequívocos peligros inminentes a menudo eran ignorados.”
¿Cómo ha podido permanecer Israel en tal estado de autosatisfacción? ¿Qué explica tal letargo ante una amenaza mortal cada vez más peligrosa?
La respuesta, lo dice la Comisión Winograd, es que demasiados “dentro de las élites políticas y militares de Israel han alcanzado la conclusión de que Israel está más allá de la era de las guerras.” A diferencia de sus antepasados, que entendieron que el estado judío nunca tendría la paz hasta que sus enemigos decidieran postrar sus armas, la dirección israelí actual imagina que puede conseguir la paz por medio de la restricción y las retiradas.
“Ya que Israel no tuvo la intención de iniciar una guerra”, concluye el informe, “los altos funcionarios decidieron que Israel no tenía que estar preparado para una verdadera guerra.” Y que siendo así, “no había tampoco ninguna necesidad urgente de actualizar de un modo sistemático y sofisticado la estrategia de seguridad total de Israel, y considerar movilizar… todos sus recursos, políticos, económicos, sociales, militares, espirituales, culturales, y científicos para hacer cara a esos desafíos.”
Hartos de enfrentamientos, ansiando vivir normalmente, los israelíes se apaciguaron en el estupor. Estrecharon la mano a Yasser Arafat, escaparon del Líbano y expulsaron a los judíos de Gaza. Se culparon a sí mismos del odio de sus enemigos y pusieron la otra mejilla frente a los atentados suicidas y los ataques de Kassam. Trataron de ser Atenas, como señaló Ari Shavit. Pero para sobrevivir en el Oriente Medio, hasta Atenas debe actuar a veces como Esparta.
“Estamos cansados de enfrentamientos”, gimoteó Olmert en un discurso de 2005. “Estamos cansados de derrotar a nuestros enemigos.” Lamentablemente, aquellos que se cansan de derrotar a sus enemigos generalmente terminan por ser derrotados por ellos.
Dentro de las búsquedas de una nuevo liderazgo, es interesante señalar la opinión de uno de los especialistas en la teoria del juego, Robert Aumann, laureado con el Nobel de Economía y profesor de la Universidad Hebrea.
“Nos parecemos a un alpinista que es sorprendido por una tormenta de nieve,” comento Aumann en la Conferencia Herzliya de este año. “Tiene frío y esta cansado, y quiere dormir. Si se duerme, se morirá de frío. Estamos en un peligro terminal porque estamos cansados. Me permitiré decir unas palabras impopulares, pasadas de moda: Nuestra obsesión temerosa por la paz trabaja contra nosotros. Nos aleja de la paz, y pone en peligro nuestra misma existencia”.
“Los Roadmaps, la capitulación, los gestos, las retiradas, las convergencias, las deportaciones, etcétera no traen la paz. Al contrario, traen la guerra, como vimos el verano pasado.”
Con enemigos como Hezbollah, el cansancio es un lujo que Israel no puede permitirse. No sea que olvidemos también que Hezbollah es nuestro enemigo.
Autor: Jeff Jacoby
traducción: Jose Antonio - Safed-Tzfat
Solo puedes estar más allá de la guerra cuando el enemigo también lo está, dejando así de ser enemigo para convertirse en adversario. Hay un refrán que dice que "dos no se pelean si uno no quiere". Pero, por desgracia, es mucho más cierto que "dos no tendrán paz si uno no la desea ni la permite".
Testimonios de Olmert, Peretz y Jalutz ante Winograd
Estas declaraciones son las que fueron tomadas como parte del analisis que llevó a cabo la Comisión Winograd para entregar un informe interino que fue dado a conocer la semana pasada. En los testimonios, tanto Olmert como Peretz acusan al Ejercito de no haber estado bastante preparados para la contienda. El informe final será presentado en el mes de Agosto.
Aquí parte de las declaraciones más importantes de Olmert, Peretz y Jalutz:
Olmert:
¨Algo en la concepción del manejo de las fuerza, algo en la filosofía del mando esta dañado.
´Sabíamos que no habría un knock out´.
´Antes de la guerra, Jalutz me dijo que tenemos un Ejercito de primer nivel, que estamos preparados para todos los frentes…yo no sabía que esto no era así´.
´La decisión de ir a una operación terrestre, los ultimos dias de la contienda (cuando se perdieron más vidas) fue una de las decisions más difíciles de mi vida´.
Cuando se le pregunto si sabía que las tropas en el norte no estaban preparadas como corresponde y que no tenían entrenamiento suficiente Olmert dijo que ´Sí, escuché esto, pero no le di tanta importancia, uds. saben siempre la estructura de seguridad llega a las reuniones de presupuesto y dice: No tenemos bastante presupuesto para esto y esto…Siempre pense que hay que relacionarse con cierta medida respecto a esto.´
´Las relaciones con Peretz en la guerra estaban bien a pesar de nuestra rivalidad política´.
Peretz:
´Tenía suficientes conocimientos para dirigir el Ejercito…Estoy satisfecho con mi desempeño en la guerra. He trabajado días y noches´.
Cuando se le preguntó si cree que tenía experiencia para dirigir el Ministerio de Defensa dijo que ´no creo que ahora es momento de saber si tenía conocimientos suficientes o no. Ya fui miembro de la Comisión parlamentaria de Defensa y Seguridad, también en otros puestos tuve relaciones con temas de seguridad´.
´Creo que mi aporte a como Ministro que no viene de un background de seguridad fue enorme´.
´No podría decir que el Ejercito no estaba preparado. ´
´Creíamos que la guerra duraría 10 dias y que entonces se detendría por la presión internacional´.
Jalutz:
´Creo que con la información que teníamos en nuestras manos, y con las herramientas que teníamos a disposición podríamos conseguir más si hubieramos tenido más decisión´.
´Ya dije que en el tema de la preparación me equivoque que no estabamos mejor preparados, mas amplio y más alertas´.
Jalutz también insinuó que Peretz no tuvo el tiempo suficiente para manera su Ministerio ya que también era líder del partido Avoda y que sus relaciones con él eran buenas.
Estas declaraciones son las que fueron tomadas como parte del analisis que llevó a cabo la Comisión Winograd para entregar un informe interino que fue dado a conocer la semana pasada. En los testimonios, tanto Olmert como Peretz acusan al Ejercito de no haber estado bastante preparados para la contienda. El informe final será presentado en el mes de Agosto.
Aquí parte de las declaraciones más importantes de Olmert, Peretz y Jalutz:
Olmert:
¨Algo en la concepción del manejo de las fuerza, algo en la filosofía del mando esta dañado.
´Sabíamos que no habría un knock out´.
´Antes de la guerra, Jalutz me dijo que tenemos un Ejercito de primer nivel, que estamos preparados para todos los frentes…yo no sabía que esto no era así´.
´La decisión de ir a una operación terrestre, los ultimos dias de la contienda (cuando se perdieron más vidas) fue una de las decisions más difíciles de mi vida´.
Cuando se le pregunto si sabía que las tropas en el norte no estaban preparadas como corresponde y que no tenían entrenamiento suficiente Olmert dijo que ´Sí, escuché esto, pero no le di tanta importancia, uds. saben siempre la estructura de seguridad llega a las reuniones de presupuesto y dice: No tenemos bastante presupuesto para esto y esto…Siempre pense que hay que relacionarse con cierta medida respecto a esto.´
´Las relaciones con Peretz en la guerra estaban bien a pesar de nuestra rivalidad política´.
Peretz:
´Tenía suficientes conocimientos para dirigir el Ejercito…Estoy satisfecho con mi desempeño en la guerra. He trabajado días y noches´.
Cuando se le preguntó si cree que tenía experiencia para dirigir el Ministerio de Defensa dijo que ´no creo que ahora es momento de saber si tenía conocimientos suficientes o no. Ya fui miembro de la Comisión parlamentaria de Defensa y Seguridad, también en otros puestos tuve relaciones con temas de seguridad´.
´Creo que mi aporte a como Ministro que no viene de un background de seguridad fue enorme´.
´No podría decir que el Ejercito no estaba preparado. ´
´Creíamos que la guerra duraría 10 dias y que entonces se detendría por la presión internacional´.
Jalutz:
´Creo que con la información que teníamos en nuestras manos, y con las herramientas que teníamos a disposición podríamos conseguir más si hubieramos tenido más decisión´.
´Ya dije que en el tema de la preparación me equivoque que no estabamos mejor preparados, mas amplio y más alertas´.
Jalutz también insinuó que Peretz no tuvo el tiempo suficiente para manera su Ministerio ya que también era líder del partido Avoda y que sus relaciones con él eran buenas.
Olmert echa "balones fuera", Peretz no "se besa" porque no "se llega" y Jalutz convertido en un pelele en manos de los políticos. ¡Vaya panorama!
Solo la sociedad israelí puede solucionar el problema. ¿Cómo? no aceptando componendas de los políticos y presionando hasta que logren echar a ese grupo de ineptos.
Etiquetas: Israel
1 comentarios:
Resulta del todo incomprensible porque Israel se juega su supervivencia. Un único error y no habrá partido de vuelta.
¿Qué pasó con los soldados secuestrados?
De El Cerrajero, A las 5/17/2007 4:37 a. m.
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