Sentir, luchar, vencer ... podemos

domingo, noviembre 05, 2006

Palabras de Oriana

A continuación un texto que la gran Oriana Fallaci escribió tras los atentados de Londres y que sigue teniendo toda su vigencia. Occidente continúa sin reaccionar. Acabaremos pagandolo muy caro. La sangre de los inocentes volvera a salpicar el "políticamente correcto" actuar de nuestros políticos y medios de comunicación. Quiero rendirle homenaje al reproducir sus palabras.

No se Trata de Como Acabar con el Terrorismo, sino de Cuando.

No es el problema árabe-israelí, ni la falta de democracia en el Medio Oriente lo que genera el terrorismo, como tratan de apuntar algunos políticos y periodistas, sino la Yihad. El conflicto palestino, está cerca de resolverse, pero no así la Yihad. Y, si mañana hay un estado palestino soberano e independiente, el terrorismo continuará por una razón muy simple; los fundamentalistas musulmanes odian a cristianos, judíos, budistas e hinduistas, no por lo que hacen, sino por lo que son. Cualquier acción política que satisfaga sus demandas, siempre será insuficiente y encontrarán una nueva excusa para seguir matando
El último atentado islamista en Londres, es consecuencia de la equivocada política antiterrorista de occidente, que se niega a ver la verdadera esencia del conflicto.

Los líderes del mundo libre no pueden actuar civilizadamente contra criminales que siempre son incivilizados. Los democráticos occidentales están sometidos a las leyes, a las cortes, a los Derechos Humanos, a las críticas morales de periodistas inmorales y a la corrección política, mientras que sus enemigos no tienen que someterse ante nada ni nadie, más que a Alá. Eso les da derecho a hacer lo que les venga en gana en función de su fanatismo, considerado virtud por sus correligionarios.

Si bien, al llevar la guerra contra el terrorismo a Irak, se ha dado un paso muy grande en focalizar a los grupos de asesinos extremistas, -ya que estos se han concentrado en ese territorio para hacer frente a los norteamericanos-, la guerra no se va a resolver en Bagdad.

No es por falta de medios que Bush y Blair, no dan fin al problema, es por falta de decisión política. No se trata de cómo acabar con los terroristas, sino de cuándo lo van a hacer. Y para eso hay que tener claramente comprendido, que los promotores del terrorismo, son los clérigos musulmanes fundamentalistas del mundo entero. Actúan libremente y enardecen a sus fieles con su ciego fanatismo, sin represión de ninguna índole, fabricando asesinos nuevos cada día, porque no existe algo así como un terrorista suicida con experiencia.

Estados Unidos, ha optado por la democracia, como arma de convencimiento de que existe una forma de vida mejor para la humanidad, lo cual es totalmente cierto. Condoleezza Rice lo expresó elocuentemente en Bagdad: “Por 60 años, mi país, los Estados Unidos, ha procurado la estabilidad, en desmedro de la democracia en esta región en el Medio Oriente, y no hemos conseguido ni una ni la otra. Ahora estamos tomando un curso diferente”, pero antes de poder establecer una democracia, hay que acabar con los líderes fanáticos. La democracia es razón y equilibrio, no extremismo.

Por otra parte, la democracia y la libertad disminuyen en forma inversamente proporcional al peligro exterior, y la libertad hoy se encuentra amenazada en todo el mundo, porque nadie es libre si tiene miedo de subir a un ómnibus o entrar a un café.

El mundo occidental, va a seguir esperando pacientemente, que haya más atentados y más muertes hasta que la masacre sea de tal magnitud, que se vea obligado a atacar con todas sus fuerzas. Mientras tanto se seguirán gastando miles de millones en inteligencia, contrainteligencia, seguridad, equipamiento militar, tecnología y defensa, esperando el gran momento de Al Qaeda.

Este es el paradigma del hombre civilizado: “Nosotros somos los buenos y no podemos actuar como los malos”. Pero si seguimos siendo buenos nos van a matar a todos. Estados Unidos y Europa, va a tener que decidir si vivir en el terror o acabar con él. El terrorismo aunque no logre muchas víctimas, está logrando su objetivo de amedrentar a Occidente y, al tener al mundo en jaque, no faltan los incautos que creen que atendiendo a sus demandas las cosas van a mejorar. Aquellos que piensan así, deberían saber que la única manera de contentar a los asesinos es volviéndose musulmán. Todo lo demás no figura en el Corán.

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