La masacre de Munich
Cuando este verano vaya acabando se cumplirán treinta y cinco años de la masacre de Munich. Para mí suposo un antes y un después. Aunque la cobertura informativa estaba a años luz de lo que ahora disfrutamos era la primera vez que intentaba seguir unos Juegos Olímpicos. Donde esperaba records y medallas solo vi muerte y asesinos. Desde el primer momento me quedó muy claro quienes eran las víctimas y quienes los asesinos. Poco antes había leido Éxodo de Leon Uris y pude comprobar que el antisemitismo y el odio hacia Israel seguían muy presentes. Los enemigos habían cambiado de careta, habían cambiado de Libro, pero eran los mismos.
Recordemos los hechos:
Primero todo fue silencio. Después, tragedia y dolor. El 5 de setiembre de 1972 fue el día más triste en la historia de los Juegos Olímpicos. Ese día, un grupo de terroristas palestinos tomó como rehenes a la delegación de Israel en la mismísima Villa Olímpica. Después intentaron fugar desde un aeropuerto militar de Munich y tras una desastrosa operación de rescate murieron 11 israelíes y 6 terroristas.
En la mitad de aquellos Juegos nadie imaginaba la tragedia. Alemania había puesto toda su infraestructura para que la fiesta fuera brillante. Es más: los alemanes se habían quitado esa máscara de duros y esquemáticos que siempre los caracterizó para mostrarle al mundo olímpico otros matices. Compitan y diviértanse, jueguen y gocen, parecían los mensajes no escritos pero evidentes que los organizadores les entregaban a los visitantes.
Esa postura "abierta", quizás, precipitó la tragedia. Porque ningún custodio alemán se preocupó cuando esa madrugada un grupo de ocho individuos que dijeron ser gimnastas saltaron las vallas de la Villa para llegar a sus supuestos dormitorios. A las doce la noche, cada día, la Villa se cerraba. Entonces los atletas trasnochados debían convencer a los guardias de que se habían retrasado por algún motivo pueril y los dejaban pasar. Nadie se esmeraba demasiado en controlar las credenciales en un lugar donde vivían en armonía cerca de 12 mil atletas de 115 países.
Aquellos gimnastas eran ocho comandos de Setiembre Negro, un grupo terrorista que se había creado en 1970 como desprendimiento de la OLP de Yasser Arafat. Una vez adentro de la Villa, los comandos ingresaron al edificio de la calle Connolly número 31, que compartían las delegaciones de Uruguay e Israel. Allí sacaron sus armas —ametralladoras, pistolas y granadas— y mataron a los únicos israelíes que intentaron resistirse. Las primeras víctimas fueron Moshe Weinberg (33 años, referí de lucha libre) y Joseph Romano (32, entrenador de pesas).
Después secuestraron a otros 9 de los 18 miembros de la delegación israelí e hicieron conocer sus demandas: la liberación de 200 terroristas árabes que estaban presos en Israel y un avión para escapar con los secuestrados desde Munich hasta algún país árabe.
El día estuvo signado por febriles negociaciones que incluyeron a los terroristas, al gobierno alemán y al israelí. Cuando la noche comenzó a caer, en aquel 5 de setiembre, los 9 deportistas israelíes y sus captores subieron a dos helicópteros. Nadie, en Munich, tenía una información concreta sobre lo que iba a pasar. Todo era secreto y hermético. Los helicópteros aterrizaron minutos más tarde en el aeropuerto militar de Furstenfeldbruck, a 20 kilómetros de la Villa. Entonces la televisión registró el dramático final. Se encendieron todas las luces. Comenzaron los disparos de los francotiradores alemanes y las explosiones en los helicópteros. Todos murieron. El gobierno alemán culpó a los terroristas. La investigación posterior demostró que la masacre fue culpa de los francotiradores alemanes. Todo volvió a ser silencio, como al principio.
Los otros muertos israelíes fueron: Eliezer Halffin (24 años, luchador), Mark Slavin (18, luchador), Zeev Friedman (28, pesista), Kahat Shor (58, entrenador de tiro), David Berger (28, pesista), Joseph Gottfreund (40, referí de lucha libre), Andrei Schpitzer (27, esgrimista), Amitsur Shapira (40, entrenador de atletismo) y Yaakov Springer (50, árbitro de pesas).
El resto de la delegación israelí abandonó los Juegos. El Comité organizador, después de un día de luto, decidió continuar con las competencias. Sólo cinco deportistas no judíos eligieron irse, sin competir, por razones de conciencia.
Munich 72 siguió con las banderas a media asta. Esas banderas fueron el símbolo de las lágrimas, del dolor.
Fue un 5 de setiembre. Ese día, el terror le ganó "por muerte" al deporte.
Golda Meir, primer ministro israeli, dijo textualmente, "El gobierno israelí no negocia con terroristas". Buscando una negociación pacifica, Alemania y otros paises intentaron hacer concesiones a los terroristas, darles un rescate; fue inutil. Los terroristas solicitaron un transporte hasta el Cairo, donde esperaban ser acogidos. Pero sin que ellos lo supiesen, Egipto se habia desentendido del problema, no querian verse involcrados en los hechos. Por lo cual, las fuerzas de seguridad alemanas prepararon una emboscada en un aerodromo. Las policia alemana se habia echo dueña de la situación, negandose a recibir ayuda de comandos militares del ejercito; asi mismo, tambien fue rechazada el ofrecimiento de una unidad de elite israeli. Tres helicopteros UH-1 llevarian a los terroristas y sus rehenes al aerodromo, donde los palestinos esperaban encontrar un Boeing 727 que les llevaria a Egipto. La policia alemana les tiende la trampa y coloca a 5 francotiradores para eliminar a los terroristas rapidamente, sin embargo, estos hombres eran agentes normales, sin radios, equipo ni preparacion para tal misión. Los helicopteros aterrizan y dos terroristas, acompañados de dos rehenes se dirigen hacia el avión. Una vez comprueban que se encuentra vacio, apresuran el paso hacia los helicopteros; momentos despues el cielo es iluminado por bengalas y focos y se desata el infierno; en el caos resultante, mueren dos terroristas, que ejecutan a los dos rehenes que les acompañaban antes de caer; dos pilotos de los helicopteros logran ponerse a salvo, pero la policia no consiguen la contundencia necesaria y los terroristas supervivientes logran parapetarse; se sucenden minutos de silencio, se ordena a los terroristas que se rindan, y pasada medianoche; nuevamente, el infierno. Uno de los terroristas lanza una granada a uno de los aparatos; cuatro atletas y el piloto del aparato son eliminados en el acto; los disparos vuelven a sonar en la pista; cuando acaba el tiroteo, todos los rehenes han fallecido, victima de sus secuestradores; de los cuales, 5 yacen muertos, y tres son apresados.
El dia despúes, consecuencias:
Tras la tragedia, se suspenden las olimpiadas por un solo dia, una decisión polemica dado la magnitud de la tragedia.
Aun asi, el acto fue condenado por la comunidad internacional, incluso por personajes arabes de reelevancia como el rey Hussein de Jordania.
El 9 de septiembre, la aviación isreali ataca campamentos de de la OLP (Organización para la Liberación de Palestina, a la que estaba vinculada Septiembre negro), en un ataque amparado por la ONU. Asi mismo, se presenta una resolución de condena al ataque, amparada por EE.UU. que no sale adelante.
La seguridad alemana queda en entredicho (la facilidad para entrar en la villa olimpica quedo demostrada por varios testigos y periodistas).
El 29 de octubre, un grupo terrorista arabe secuestra un avión de Lufthansa (linea aerea alemana) y consigue la liberación de los tres integrantes de Septiembre negro que sobrevivieron.
Vista la incapacidad de la policia y para evitar futuras tragedias, Alemania organiza el GSG-9, una unidad de elite policial, especializada en antiterrorismo y en rescate de rehenes. (en octubre de 1977 tiene su bautismo de fuego, liberando un avión en somalia, con un saldo de tres terroristas muertos de certeros disparos en la cabeza, uno malherido; la liberación de todos los rehenes indemnes y ninguna baja propia). Pronto, el resto de paises comprenden la gravedad de las acciones terroristas y surgen otras unidades antiterroristas; SWAT americano, GIGN francés, GEO español, etc....
Operación Colera de Dios, la venganza israelí:
Practicamente al dia siguiente del atentado, la primera ministra Golda Meir, autoriza al Mossad a realizar una operación de "justicia". El asesinato de todos y cada uno de los implicados en el acto terrorista. 5 agentes son enviados a Europa a seguir la pista de los terroristas, no deben regresar hasta cumplir sus objetivos; es una operación "negra", si se les captura, Israel renegara de ellos. Una de las ultimas cosas que se les dice es: "Deben ser precisos. No dejar víctimas inocentes. Nuestros enemigos deben pensar que están indefensos y que los podemos alcanzar cuando queramos".
Tras comprar información a diversos terroristas internacionales, utilizando documentos capturados en redadas e intercambios de información con otros servicios de inteligencia , consiguen ubicar su primer objetivo. El 16 de octubre, dos hombres abordan a un transeunte en Roma; se le pregunta si es Wael Zwaiter; al responder afirmativamente y sin dejarle tiempo a reaccionar, los dos hombres le disparan 14 veces. Zwaiter, fue el encargado de reclutar al comando terrorista para el ataque.
El 8 de diciembre, localizan a Mahmud Hamshari, representante de la OLP en francia. Esta protegido por cuatro guardaespaldas, el ataque directo como a Zwaiter es demasiado arriesgado. Interfieren su telefono y mandan a un agente para "repararlo". Este coloca una bomba bajo el escritorio. Hamshari queda gravemente herido, y tarda un més en morir.
24 de enero de 1973, Abal al Chir, un planificador de atentados de la OLP se hospeda en un hotel de Nicosia, Chipre. El Mossad lo sabe, y le prepara una "acogedora" cama con seis cargas explosivas, activadas por presión. Su cuerpo queda despedazado por toda la habitación.
El 6 de abril del mismo año, Basil Al Kubeisi, responsable de armamento del Frente Popular de Liberación de Palestina (FLPL), es abordado en plena calle de París por agentes del Mossad que abren fuego sobre él.
Las cosas empiezan a ponerse dificiles cuando el grupo localiza a otros tres objetivos; Kamal Nasser, Kamal Udwan y Abu Yussuf. Se encuentran en Beirut, protegidos por más de 50 fedayines de la FLPL. Sobrepasados, reciben la ayuda de comandos isrelies. El 8 de abril, los tres objetivos son abatidos, y el edificio de la FLPL demolido, asi como un deposito de explosivos del grupo terrorista; sin embargo, el ataque se salda con 8 civiles muertos, cuatro de ellos turistas; y cerca de 29 heridos.
El responsable de la FLPL en Europa, Muhamad Budía, consigue escapar del ataque; pero dos meses despues, el 28 de junio, un artefacto explosivo colocado en su vehiculo acaba con su vida.
Los palestinos se defienden, varios objetivos marcados por el Mossad consiguen evadir la busqueda, y dos de los agentes caen victima de sendos atentados. En represalia, los palestinos se lanzan a una campaña de atentados contra intereses israelies. Cansados tras meses de investigaciones, y peligros constantes, los supervivientes del primer grupo son reelevados por un segundo equipo.
Paralelamente, un tercer equipo comete un error imperdonable, confundiendolo con el terrorista Ali Hassan Salameh, asesinan a un marroqui en Lillehammer, Noruega. Cinco agentes del Mossad son arresgados por las autoridades noruegas y encarcelados. Posteriormente son liberados y repatriados a Israel.
Finalmente, Salameh es encontrado, el 22 de enero de 1979, una bomba acaba con su vida y la de su guardaespaldas en Beirut.
Solo un hombre, Abu Daud consigue eludir la caza, escapando de la muerte al ser tiroteado en Varsovia. Paradojicamente, se dice que Daud fue el que concibio el ataque a Munich.
A pesar de algún error la reacción de Israel fue la correcta: acabar con los terroristas y los que los protegen. No hay otro camino.
Etiquetas: Islamofascismo, Noticias desde eurabia
4 comentarios:
Paco:
te olvidaste de señalar en tu excelente Y completisima nota que el financista de esta operacion terrorista no fue otro que el amigo de Olmert,Abu Mazen
De Anónimo, A las 7/08/2007 12:48 a. m.
Tienes razón Bajur. ¿cómo se ha podido llegar a un momento en el que se considere a ese asesino como un "hombre de paz"? ¡increible!
De pacobetis, A las 7/08/2007 12:35 p. m.
No estaría mal reconocer el genocidio israelí, las sanguinarias respuestas a estos actos terroristas en las que perdieron la vida inocentes como Ahmed Bouchiki y la hipocresia isrelí de devolver golpe por golpe pero ser incapaces de asumir sus culpas de forma tan contundente como las achacan a los demás.
El gobierno israelí es tan terroristas como el palestino y además se ampara en el victimismo para atacar impunemente e incluso asesinar a cascos azules. Es la mayor vergüenza del mundo actual.
De Anónimo, A las 9/06/2007 12:12 p. m.
¡qué alegremente se utiliza la palabra genocidio! según tú matar terroristas armados en respuesta a un atentado es genocidio. ¿qué caen inocentes? puede ser y no me alegro de ello, pero desde luego son infinitamente menos que los asesinados por palestinos en buses, supermercados, .... para los palestinos (y para los islamistas en general)el objetivo son los civiles inocentes, si pueden ser niños mejor.
te doy la razón en el carácter criminal del gobierno israelí. carácter que le viene de no actuar con mucha mayor contundencia contra los terroristas, poniendo así en peligro la vida de israelíes.
por cierto ¿en qué consiste la hipocresía de devolver golpe por golpe? podrá parecerte mal pero ¿hipócrita?
para mí es, desde luego, la segunda mejor forma de combatir a quien desea tu destrucción. ¿la primera? tomar la iniciativa y anticiparte.
De pacobetis, A las 9/06/2007 2:20 p. m.
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